Hans Heinrich Thyssen Bornemisza
cree que una obra de arte es como una mujer hermosa. "Cuando uno la ve siente como una mariposa en el estómago. Le dan ganas de poseerla, y al final la caza." El hombre más rico del mundo, que vive en el país más rico del mundo según el Wall Street Journal, obtuvo unos beneficios netos en 1985 de más 5.590 millones de pesetas. Con esta remuneración procedente del grupo de empresas familiar, a cuyo mando se encuentra ahora el hijo del primero de sus cinco matrimonios, Heinrich, satisface una de sus dos ambiciones: coleccionar esposas -la quinta es la española Tita Cervera- y obras de arte. En esta última afición ha conseguido reunir la colección privada de arte más importante del mundo. Para hacer partícipes a los demás de esta fortuna, el barón Thyssen ha decidido abrir las puertas de su casa Villa Favorita, en Lugano (Suiza), a los turistas y ha encargado al arquitecto británico James Stirling el diseño de una ampliación para albergar sus nuevas adquisiciones, entre las que figuran obras de Cezanne, Van Gogh, Picasso y Chagal. Esta afición por el coleccionismo la ha heredado de su padre, esposo de la baronesa húngara Margrit von Bornemisza de Kaszon, que comenzó la adquisición de pintura en los años veinte y compró Villa Favorita para albergar al exiliado príncipe Federico Leopoldo de Prusia. Las autoridades de Lugano, en agradecimiento al barón por las divisas -más de 3.000 millones de pesetas anuales- que aportan los turistas, han decidido eximirle del pago de una tasa que imponían por el acceso a Villa Favorita.
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