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Un promedio de seis muertes al año

Seis futbolistas, como promedio, fallecen por año, según datos facilitados por Ezequiel Montero, secretario general de la Mutualidad de Futbolistas Españoles. Según la misma fuente, el 50% de estos fallecimientos es consecuencia de accidentes de tráfico en desplazamientos para jugar partidos.El fallecimiento del meta del Málaga como consecuencia de un mal surgido durante la disputa de un encuentro tiene como precedentes los de Miguel Martínez, del Atlético de Madrid, y Pedro Berruezo, del Sevilla.

El 28 de septiembre de 1972 falleció Miguel Martínez, jugador del Atlético de Madrid, después de permanecer ocho años en coma profundo irreversible. Martínez jugaba en el Betis hasta el verano de 1964, en que fue fichado por el Atlético de Madrid, junto con Luis Aragonés y el defensa Colo. Jugaba en el medio campo. Al poco de llegar a su nuevo club sufrió un mareo durante un encuentro amistoso que su equipo disputaba el 10 de julio de 1964 en Montevideo, ante el Peñarol.

Al día siguiente cayó en coma, del que nunca se repondría. En Montevideo se le diagnosticó "mesoencefalitis virósica". Traslado a Madrid, el diagnóstico señaló "íntegración defectuosa córtico-subcortical, con disfunción de las estructuras centreoncefálicas. Se recordó que dos años antes había sufrido una conmoción en choque con un jugador del Barcelona, de la que se repuso rápidamente.

Pedro Berruezo, jugador del Sevilla -adonde llegó procedente del Málaga-, falleció el 7 de enero de 1973 en Pontevedra, en el campo de Pasarón, tras sufrir un ataque al corazón al poco de iniciarse el segundo tiempo del encuentro. Un mes antes, en el campo del Sevilla, frente al Baracaldo, había sufrido una lipotimia, pero los médicos le declararon apto para la práctica del fútbol tras un reconocimiento posterior a ello.

Un precedente feliz, por el contrario es el de Velasco, portero del Barcelona desde 1942 a 1956. Velasco estuvo en coma durante una semana y sin visión durante seis meses, tras un choque con un delantero, producido el 20 de noviembre de 1949 precisamente en el campo del Celta de Vigo, como en el caso de Gallardo. Velasco se recuperó completamente, pudo reanudar su actividad deportiva y fue campeón de Copa en 1951.

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