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BALONCESTO / COPA KORAC

El Estudiantes rozó la victoria ante el Mobilgirgi

Luis Gómez

Al Estudiantes le faltó la victoria para redondear su-presentación en el Palacio. Hizo un partido bravísimo, como el enmascarado Russell, que se jugó la nariz para estar presente en el espectáculo. El público también pudo observar la innegable elegancia del brasileño Oscar, quien resultó trascendental con sus triples para cumplir con el pronóstico. La Demencia, ante un nuevo auditorio,, tardó en dominar la escena, pero acabó dando el ambiente necesario.Russell estuvo en la cancha con modales. de soldador. Llevaba la careta puesta y se la levantaba cual visera cuando no hacía falta su participación. Hizo lo que pudo y mejoró su tono cuando el técnico, Garrido, le excusó del marcaje a Oscar, jugador que tardó unos minutos en dejar su impronta: triples terribles. A partir de ese instante, el partido tomó otro cariz. El Estudiantes había dominado bien la primera parte, pero, con la aparición de Oscar, el equipo se desorientó en la búsqueda de una solución para pararle. Tardó en encontrarla, pero tuvo el valor de soportar sin desmayo una amplia diferencia, reducirla luego y disponer de un último minuto emocionante y decisivo.

Montes miraba a Óscar a la cara; miraba, naturalmente, hacia arriba. Un par de veces le había superado con un simple salto y, empujones aparte, conseguido la canasta. Del otro lado estaba el italiano Generalli; éste también miraba a Russell a su cara, a su máscara amarilla, y le indicaba que, a la siguiente, se quedaría sin nariz. Eran dos estilos contrapuestos.

El Estudiantes, sin embargo, dominó bien la primera parte, con buenos movimientos del balón, incluso cuando el Mobilgirgi decidió ponerse en zona hasta el final. Pedro Rodríguez luchó bravamente por el rebote hasta que cuatro personales le mandaron al banquillo. Rementería le sustituyó bien y marcó adecuadamente a Oscar. El brasileño, con tres triples seguidos, cortó de raíz la máxima ventaja estudiantil (34-21). El Mobilgirgi, fiel representante de la escuela italiana, aprovechó el minuto final del primer tiempo para colocar una zona 1-3-1 que el Estudiantes no había visto nunca. Eso de aprovechar tácticamente un minuto de juego como mandan los cánones es algo que no se estila en la Liga nacional.

Un desconcertante inicio de la segunda parte hizo al Estudiantes ceder su ventaja hasta perder por 13 tantos (72-85). Culpa de ello lo tuvieron determinados triples de los italianos, que consiguieron un total de 11. Pero el equipo luchó, apretó en la defensa, encontró la solución Rementería y cambió el ritmo del partido hacia el tono, que más le va: clásicas escenas de velocidad, entrega y dispersión. Había sembrado el caos, lo que mejor define el juego estudiantil. Por entonces, también, la Demencia había dominado el escenario y el Palacio no sonaba tan melódico como al principio. Era ya un Palacio entregado. Una falta intencionada puso el máximo interés al partido. Pero entonces el Estudiantes tuvo mala suerte al fallar varios tiros libres en los últimos momentos.

En el otro partido del mismo grupo, el Partizán de Belgrado ganó por 101-90 al Berloni de Turín. En otro grupo, el CAI Zaragoza venció por 90-69 al Marienburgo, belga. Por el CAI jugaron P. Arcega (9), Zapata (8), Reily (22), McDoweIl (14), F. Arcega (15), Díaz (12), Llorente (6) y Capablo (4). El CAI es segundo en la clasificación, con cinco puntos, a uno del Partizán. En la Copa de Europa, el Orthez, francés, derrotó al Maccabi, israelí, por 78-77.

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