Un caso histórico

Tras la emisión, el pasado lunes, de La jungla de asfalto, donde lo que básicamente se nos narraba eran las incidencias de un robo con todos los matices psicológicos y sociológicos bien marcados, la proyección, esta noche, y siguiendo con el mismo tema, de El mayor robo del siglo puede provocar, precisamente por la falta de esos matices, más de un grito en el cielo por parte del espectador con paladar.Porque El mayor robo del siglo no es otra cosa que el relato, más o menos pormenorizado pero en cualquier caso sin profundizar en él, de un célebre robo perpetrado -en los Estados Unidos a una importante empresa de transportes de dinero, robo que provocó cierta implicación política, principalmente en el FBI.

La película prescinde, pues, voluntaria o involuntariamente, del rasgo sociológico para dejar correr la médula cómica y la ironía. También ahí se queda el filme a medias tintas, puesto que su realizador, William Friedkin, célebre por sus éxitos French Connection y El exorcista o, recientemente, por ese tan moderno policíaco Vivir y morir en Los Angeles, no domina los resortes del género y éste queda supeditado a la gracia de sus actores. Buena gracia en estecaso, algo es algo: Peter Falk, Peter Boyle, Warren Oates, Gena Rowlands y Paul Sorvino tiene buena vis caricaturesca y son los únicos responsables de ciertos momentos de brillo, esa imperecedera escuela norteamericana de creación de tipos y siluetas genéricas. Agua de borrajas, en fin, con esporádica guindilla.

El mayor robo del siglo se emite hoy a las 22.00 horas por TVE-2.