Carta urgente
El pasado día 23 de diciembre recibí una carta urgente que me fue remitida desde la ciudad de Toledo. Dicha carta fue matasellada en Correos de esta ciudad el día 16, por lo que, mediante una sencilla operación matemática, determinamos que ha tardado siete días en recorrer los 70 kilómetros que separan ambas capitales. Dicha carta fue depositada en un buzón de color rojo con que el servicio de Correos nos ha obsequiado a los confiados españoles, haciéndonos creer que con el aparato de publicidad, veloces aviones, raudos trenes y presurosos carteros a la grupa de potentes y veloces motocicletas pierden el aliento en el desenfrenado esfuerzo por hacer llegar a sus destinatarios las angustiosas misivas contenidas en tan sugestivos buzones. Continuando con la operación, a mí me sale que la famosa carta, pese al fabuloso despliegue de medios de transporte, ha viajado a una velocidad de 0,45 kilómetros hora. Todo un récord. Hay casos más sonados, pero yo he vivido éste.-
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