El Atlético perderá más de 200 millones de pesetas si queda por debajo de la 'linea UEFA'
El Atlético de Madrid inicia el año con la amenaza de descolgarse de la llamada linea UEFA si sufre un tropiezo mañana en el estadio Vicente Calderón ante el Mallorca. El equipo rojiblanco se encuentra ahora en el séptimo lugar, por debajo de la zona de los seis mejores que se clasificarán para jugar entre sí por el título y por la Copa de la UEFA. Serían cinco partidos que salvarían este año del descalabro el presupuesto económico del club, cuyo endeudamiento supera los 1.400 millones de pesetas. El Atlético dejaría de ingresar entre 200 y 250 millones si no entra en ese grupo selecto.
El Atlético mantuvo en las cuatro temporadas anteriores lo que sus responsables económicos calificaron como unos presupuestos "austeros", que sirvieron para frenar el endeudamiento del club. Sin embargo, este año las previsiones de ingresos se elevaron con un sentido presupuestarlo "expansivo", según se explicó en la última asamblea a los socios, ante la perspectiva "evidente" de que el equipo iba a estar entre los seis primeros clasificados.Con el cambio del sistema de competición este año, entrar en ese grupo selectivo de seis equipos, que jugarán 10 partidos entre sí -cinco en casa en lucha por el título y por la clasificación para el torneo de la UEFA, representa la salvación económica del Atlético y de aquellos que aspiran a competir contra el Barcelona y el Real Madrid en esa decisiva fase de la Liga. Así, el Spórting de Gijón, por ejemplo, podría asegurarse el fichaje del mexicano Flores, delantero que actúa esta temporada sólo en calidad de cedido. Y el Atlético cuyo presupuesto de ingresos este año es de 1.234 millones de pesetas -el tercero del fútbol español-, podría recaudar en estos cinco partidos contra los mejores de la Liga entre 200 y 250 millones. Quedar en el segundo grupo, los clasificados entre el séptimo y el duodécimo puesto, supondría jugar unos partidos sin interés alguno para los aficionados. Cabe recordar que el tercer grupo, el de los seis últimos clasificados, lucharán por eludir el descenso.
Los más de 200 millones de pesetas de ingresos por la liguilla final entre los mejores servirían para equilibrar el balance económico del Atlético, establecido bajo el "requisito imprescindible" de meterse en ese grupo. La anterior temporada, el Atlético apenas ingresó por los 17 partidos de Liga 164 millones -la misma cantidad que en la temporada 1981-1982-, mientras que este año se habían previsto por los 22 encuentros del campeonato 293 millones, es decir, 129 más que la anterior.
Frustración
Aunque directivos, empleados técnicos y jugadores sostienen la conocida teoría de que "aún queda mucha Liga", lo cierto es que la preocupación en el club es grande por la situación ac tual de un equipo que ha sufri do esta temporada demasiadas convulsiones desde la marcha en la pretemporada de Luis Aragonés por su enfermedad depresiva. Luego llegó la destitución de Vicente Miera y se vive ahora la frustración por la mala marcha del equipo desde que Jesús Martínez Jayo reemplazó a Miera.Con Jayo, el resultado estadístico resulta negativo: siete partidos jugados, una sola victoria -en casa frente a Osasuna-, tres empates -en Valladolid, en el Camp Nou contra el Barcelona y en el Calderón frente al Real Madrid- y tres derrotas -contra el Rácing de Santander en casa, y frente al Español y Murcia fuera- Es decir, cinco puntos de los 14 en juego.
Con todo ello, ante el Mallorca, el Atlético, Jayo y el club -las elecciones deben celebrarse sin mas demora ya antes de que acabe la temporada- se juegan algo más que dos puntos.
Las perspectivas deportivas serían también de consecuencias imprevisibles si el equipo no reacciona con Jayo. La vuelta de Luis Aragonés, siempre en la recámara de algunos directivos, sigue siendo una de las escasas soluciones, aunque contribuiría a aumentar la confusión del club. Kubala, que ha abandonado el Murcia, y que estuvo a punto de ingresar en el Atlético horas antes de que Vicente Calderón se decidiese por Miera, no puede entrenar ya a ningún equipo durante la presente temporada, según la reglamentación actual.
