El Barcelona desbordó al Joventut
El Barcelona logró varios objetiVos al derrotar y apabullar al Ron Negrita. Por un lado, le ha quitado al equipo verdinegro el privilegio de equipo de moda, y ahora, de momento, queda claro que el Barcelona es el mejor conjunto de la presente temporada. Además, dominó al Joventut, ganándole con claridad, algo que no sucedía últimamente. El triunfo en la Copa y la exhibición de ayer, basada en parte en la actuación de SuperEpi, han disparado el juego del Barcelona al nivel que esperaban sus seguidores.La primera parte barcelonista rozó la perfección. Su grado de motivación era muy superior al de su rival. El Joventut aguantó desde el inicio un aluvión de canastas y aciertos. El Barcelona anotó, de entrada, sus primeros nueve tiros de forma consecutiva, colocándose 20-12 antes de los cinco minutos. Aito sorprendíó con sus marcajes individuales. Epi tomaba al base rival, Montero, y el base Solozábal marcaba al mejor tirador verdinegro, Margall.
El Barcelona jugó al ritmo adecuado en todo momento. Su velocidad no implicaba precipitación. Ofensivamente era una máquina, pero en defensa, lejos de aflojar, era capaz de asfixiar al Joventut. Aito. no dudó en reconocer al final que el ejemplo para emplearse con tal acierto y contundencia lo había dado Epi a sus compañeros. Juan Antonio Sanepifanio jugó a la altura de las actuaciones que le llevaron a ser nominado el mejor jugador de Europa, y queda claro que, al margen de la calidad de todos los componentes de la plantilla, este equipo funciona cuando funciona Epi.
El Joventut soportó, además, la floja actuación de su americano Johnson, ausente en todo momento, y la no menos discreta de sus aleros. En su contra también se sumó el efectivo marcaje de Bryant a Schultz. Tras un 69-53 en el descanso, el Joventut tocó fondo a los cinco minutos de la reanudación (88-58).
La dignidad deportiva de los jugadores verdinegros impidió un tanteo de escándalo, al luchar hasta el último segundo para intentar frenar a un Barcelona que anoche era imparable.
