Los dividendos eléctricos fuerzan la salida del papel

La sesión que abre el largo paréntesis de las fiestas navideñas ha servido para profundizar en el proceso realizador, sin que fuese absolutamente necesario el apoyo que recibió del sector eléctrico. La noticia de que Fecsa no va a adelantar pago alguno a cuenta de este ejercicio, fue la confirmación de la existencia de problemas de fondo entre las sociedades eléctricas, aunque no todas lo sufren con la misma intensidad. Sin embargo, y ante las numerosas jornadas festivas que se avecinan, los inversionistas decidieron vender de todo un poco, en unos casos realizando beneficios y en otro poniéndose a cubierto de posibles contratiempos. El grupo eléctrico volvió a demostrar en definitiva, que se hace eco con más facilidad de las malas noticias que de las buenas y que los descensos en los precios se consiguen con mucho menos esfuerzo que las escasas subidas que ha protagonizado a lo largo del año que ahora termina.Las, en apariencia benevolentes, recomendaciones de la Administración sobre el reparto de dividendos adquieren un nuevo carácter, con lo que prácticamente nada ha cambiado después de un año de dificiles conversaciones, contando con que aún quedan por delante las relativas a la subida de tarifas. Al gesto de buena voluntad de las autoridades económicas responden ahora las eléctricas con éste, razón por la que todo vuelve a quedar pendiente ante este empate a buenas maneras.

El nivel de la contratación ha comenzado a descender como, por otra parte, es habitual en estas jornadas intercaladas entre fiestas. Los períodos de forzada inactividad a que se van a ver sometidos los inversionistas harán que el negocio descienda hasta los 7.000 millones de pesetas efectivas por sesión, mientras que en la semana anterior se superaron los 10.000. El sector bancario también ha vuelto a la normalidad tras el importante volumen alcanzado el lunes, negociándosé para los siete grandes los habituales 400.000 títulos. La presencia de papel se puso de manifiesto ante la retirada de los compradores, mostrando estos valores un resto sin contrapartida compradora de más de 200.000 títulos. Aun así se dieron dos avances y los retrocesos les supusieron al grupo una baja de tan solo 70 centésimas.

Las únicas subidas de esta sesión se dieron en alimentación e inversión, con más de dos puntos de mejora en ambos casos, mientras que electricidad y construcción pierden más de cinco. En este último grupo se dieron algunos retrocesos importantes que, en cualquier caso, son de una magnitud similar a las de los avances registrados con anterioridad. El resto de los sectores mantiene posiciones más o menos cómodas que no consiguen esconder la capacidad de selección del dinero.

El cierre fue todo lo tranquilo que puede ser un viernes que será seguido por otro, ya que éste es el ambiente que se respiraba en el parqué. Algunos picoteos compradores intentaban disminuir la incertidumbre de este descanso forzado, dirigiéndose hacia alguno de los valores que habían sufrido cierto castigo a lo largo de la mañana.