_
_
_
_

División de opiniones para Drazen Petrovic

Luis Gómez

Drazen Petrovic recibió división de opiniones en su reencuentro con el público madrileño, aunque fueron evidentes sus deseos de agradar y obvio el cariz poco conflictivo del choque frente a Brasil. Petrovic terminó con 39 tantos en su haber sin hacer grandes cosas, sólo dando por sentada su facilidad anotadora habitual, que es alta incluso en encuentros que necesiten de sus servicios sólo a cuentagotas. Yugoslavia y Brasil ofrecieron, además, un mal partido, ciertamente soso y descafeinado.Yugoslavia puso en la cancha, a lo largo de, los 40 minutos, a los más granado de su repertorio para el próximo lustro. Junto al ya clásico Petrovic jugaba una nueva generación con hombres de diferentes características, desde el armario Vrankovic, al futurible Divac, pasando por Kukoc, una auténtica frivolidad yugoslava, un escolta de 2,06 metros. A excepción de Vrankovic, los demás parecen verdes, pero prometedores, sobre todo por los centímetros que les adornan.

En la vertiente táctica, Yugoslavia lleva un tiempo sin aportar grandes cosas, a excepción última de una sobreestimación del lanzamiento desde la línea de 6,25 metros. Así, hasta el minuto 12 de partido, Yugoslavia no había cosechado ninguna canasta de dos tantos, la tradicional, mientras que mantenía el marcador a favor a base de triples, un total de seis en ese tiempo y 12 en la totalidad del partido.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_