Redondo pide a Camacho olvidar diferencias y unirse contra la patronal
Nicolás Redondo, secretario general de UGT, ha remitido una carta a Marcelino Camacho, secretario general de CC OO, pidiéndole que unan sus esfuerzos de cara a una próxima negociación colectiva y recordándole que "gane quien gane en estas elecciones" el mapa sindical en España está ya consolidado y las centrales más representativas seguirán siendo CC OO y UGT. Redondo pide a Camacho una reunión al más alto nivel que vendría precedida de una reunión previa entre los secretario de acción sindical de ambas organizaciones.En su escrito, el secretario general de UGT expone a Camacho su deseo de establecer una posición conjunta de cara a la próxima negociación colectiva. Al mismo tiempo, afirma que UGT quiere profundizar en el acercamiento entre los dos sindicatos, fortaleciéndolos y atenuando sus divergencias.
La carta es posiblemente una de las decisiones más meditadas de Redondo. Desde hace varias semanas el dirigente de UGT viene barajando la posibilidad de realizar un llamamiento a CC OO para unir la fuerza de las dos organizaciones contra lo que él mismo ha venido calificando de ofensiva de la patronal.
Centrales representativas
Redondo está convencido de que sólo CC OO y UGT se perfilan como únicos sindicatos representativos y ha confesado a sus colaboradores que no tiene sentido perder fuerza y credibilidad en una batalla electoral que, en el fondo, va a confirmar algo ya sabido: la representatividad de las dos centrales.Por otra parte, el dirigente ugetista ha venido denunciando que la CEOE, "o sectores muy significados de la patronal" están propiciando la aparición de "extrañas agrupaciones sindicales que restan votos a los sindicatos de clase". En este sentido, las fuentes de UGT recuerdan que en banca, el AMI -una organización de cuadros que ha dispuesto de todas las fácilidadades para desarrollar campaña electoral- ha arrebatado un buen número de votos a UGT.
Esta estrategia, indican en UGT, no se da únicamente en las empresas privadas. También en las públicas se apoyan otras opciones sindicales, como en Renfe o Iberia, empresas en las que la propia UGT -por no hablar de CCOO- encuentran serias dificultades para desarrollar su acción sindical.
