La deuda de los armadores asciende a 195.000 millones de pesetas
La deuda que los navieros españoles tienen contraída con el Banco de Crédito Industrial asciende en la actualidad a 195.000 millones de pesetas, según afirmaron ayer fuentes de la patronal ANAVE. El saldo vivo de los créditos contraídos por los armadores ha disminuido en 12.000 millones en el último año y la previsones son que a final del presente ejercicio las obligaciones de pago queden reducidas a 184.000 millones de pesetas.El movimiento inversor ha estado centrado en el mercado de segunda mano. Este año se han adquirido casi 50 buques mercantes en el mercado interior. El 80% de las ventas ha sido realizado por la Sociedad de Gestión de Buques, empresa que gestiona los barcos que ha acumulado el BCI como consecuencia de créditos impagados. La contratacíon con crédito formalizado en nuevos buques mercantes sólo ha sido de 4.000 millones de pesetas, de los que un 70% corresponden a dos buques de carga seca, y el resto a embarcaciones auxiliares y transformaciones de buques.
El presidente de la patronal ANAVE, Juan María Gómez de Mariaca, solicitó el pasado martes, con motivo de la asamblea anual de la asociación, la aplicación "hasta sus últimos términos" del plan de flota puesto en marcha por el Gobierno.
La marina mercante española, que atraviesa una profunda crisis económica motivada por el exceso de oferta mundial y la caída de los precios de los fletes, pide además una liberalización de los costes que soporta el sector. Para ello, han presentado un estudio al Gobierno sobre la conveniencia de establecer un pabellón de conveniencia en Canarias, como medio para reducir costes laborales por contratación de no nacionales e impuestos.
Al margen de los programas de renovación de buques y de las ayudas oficiales, ANAVE urge a la "creación de un fondo para la reestructuración de las empresas que se comprometan a alcanzar unos mínimos de competitividad preestablecidos". Gómez de Mariaca se refirió también a la confenrencia de proceder a aplazamientos en el pago de la deuda y a una quita en su importe total, sin especificar su cuantía.
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