Isabelle Thomas
Estudiante de 24 años, encabeza el nuevo movimiento estudiantil
Villetaneuse es un pueblo de 10.000 habitantes, a orillas del Sena, en el cinturón de París. Allí, en una pequeña universidad de suburbio que lleva el nombre de París XIII, fermentó este nuevo movimiento estudiantil de noviembre de 1986. Y entre los estudiantes parisienses, quien dice Villetaneuse dice Isabelle Thomas, una muchacha morena, hija también del suburbio, y en poco más de dos semanas líder de este movimiento estudiantil, que ayer se manifestó en las principales calles de París.
Isabelle Thomas tiene 24 años, cumplidos estos días, casi entre manifestación y manifestación contra la ley universitaria de Alain Devaquet. Estudia el equivalente francés de un cuarto de Derecho español. Es militante socialista y también de SOS-Racismo.Los estudiantes, cuando dicen "noviembre 1986 es mejor" quieren subrayar no sólo sus diferencias con Mayo de 1968, sino también el movimiento contra la ley Savary, que fue capitalizado por la derecha. "El movimiento no era de derechas entonces, aunque la derecha lo recuperó. Luchábamos contra puntos concretos de la ley, pero los principios de la ley eran positivos", afirma.
¿Cómo se hace un líder? ¿Cómo se explica este salto desde el anonimato hasta las primeras páginas de los periódicos y las imágenes del televisor? Isabelle lo cuenta con naturalidad: "Todo es muy tonto. Antes del verano, los militantes de UNED-ID (Unión Nacional de Estudiantes Franceses-Independiente y Democrática) de Villetaneuse, que éramos muy pocos, empezamos a estudiar el proyecto de ley antes de que lo aprobara el Consejo de Ministros. Vimos que podía terminar con la universidad abierta e igualitaria y decidimos emprender la discusión con nuestros compañeros. Pero como el verano se nos echaba encima decidimos empezar en octubre". Luego el diario Libération sacó mi nombre a toda página y empezaron las entrevistas, la televisión, todo eso".
A Isabelle le parece muy bien que sea una mujer el símbolo del movimiento, aunque asegura que no hay cálculo en su elección. Una muchacha estudiosa, seria, de izquierdas, que viaja mucho -un viaje cada verano, desde Estados Unidos hasta Argelia-, que tiene como novela de cabecera La condición humana, de Malraux, y que viste sin ningún desaliño, representa muy bien lo que quieren los nuevos estudiantes franceses, revoltosos pero con sensatez, pragmatismo y orden. "Si eres chica, hija de inmigrantes argelinos y estudiante", dice un estudiante en una asamblea, "no se te puede pedir más: tienes que estar contra el Gobierno de Chirac". Isabelle remacha: "Las chicas son más reflexivas, constantes y combativas que los chicos, que muchas veces van a la huelga porque sí."
Es hija de asalariados medios y se confiesa atea aunque está bautizada católica. Es una buena lectora de comics y de todo tipo de novelas. Marguerite Duras, sin embargo, no es su favorita. Le gusta el cine y el rock. No ha ido nunca a la ópera Áporque es muy cara", dice, "pero quisiera ir algún día". Es una chica normal, que se compra una blusa nueva el día que tiene que salir en la tele y cree que el movimiento que ahora encabeza y que ayer mostró su fuerza en las manifestaciones es también el fin de una época de conservadurismo.
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