La Nacional VI, un reto para la paciencia de los vecinos de Majadahonda, Las Rozas y Pozuelo
José Luis Guerra, de 48 años, trabaja en una óptica al norte de Madrid, a la que se desplaza diariamente desde Móstoles. Antes viajaba en autobús, pero el atasco que tenía que soportar era el mismo que en coche, así que se pasó al turismo cuando un compañero le ofreció compartir el tapón circulatorio de todos los días. "Al menos es más confortable que ir de pie, estrujado, sin ver más allá del cogote del vecino". Tras 15 años de vivir en Móstoles, José Luis Guerra ha cumplido ya con creces su atasco 10.000 en la carretera de Extremadura, en la que 110.000 conductores ponen sus nervios a prueba todos los días."El único horizonte que ves es la hilera interminable de vehículos que apenas se mueven a lo largo de los 17 kilómetros", dice. Aburrimiento y desesperación es lo que a diario observa en las caras de los conductores, "que en un 70%, calculo, van solos". Él sale a las 7.15 de casa para llegar a las 9.15 al trabajo. "Aun así llego tarde en muchas ocasiones, sobre todo cuando llueve, que siempre se produce algún choque que empeora aún más las cosas".
Foco de congestión
Parecido panorama sufren los que diariamente circulan por la Nacional VI. La mayor parte de las personas que viven en Pozuelo, Majadahonda o Las Rozas y que trabajan en Madrid se traslada habitualmente en su, propio vehículo y cuenta con la carretera de La Coruña en su itinerario, una vía que comunica la ciudad con los pueblos del Noroeste y que diariamente es un foco de congestión circulatoria. La característica principal de estas tres localidades es que la mayoría de su población vive en urbanizaciones. consideradas de lujo.
En muchos casos, sin embargo, la carretera de La Coruña no es el único punto conflictivo en la ruta habitual de los habitantes de la zona noroeste. Santiago Martínez Picabia es uno de los afectados. Veintiocho años, soltero y delegado de una empresa de productos dietéticos, se enfrenta cada mañana a una hora de viaje en coche para llegar desde su chalé en la colonia de Los Ángeles, en Pozuelo, hasta su oficina, en las cercanías de la plaza de Castilla.
"En ocasiones", afirma Martínez Picabia, "he llegado a tardar 25 minutos en cubrir el trayecto de cuatro kilómetros que separa Pozuelo del pueblo de Aravaca. Sumándole a esto el tiempo perdido en la carretera de La Coruña y en Madrid, la ida al trabajo se convierte para mí en un trayecto de 60 minutos cada mañana".
Alta densidad escolar
Una razón que explica en parte las congestiones de tráfico en Pozuelo es la alta densidad escolar, una de las más elevadas de España, que provoca que cada mañana cerca de 18.000 alumnos de todo Madrid se movilicen para acudir a las clases en los 21 colegios de la localidad. Los estudiantes son transportados en autobuses o en los coches de sus padres, lo que puede provocar que un recorrido que habitualmente se realiza en 20 minutos suponga hasta media hora para llegar a la carretera de La Coruña, donde otro nuevo atasco espera al conductor.
Tampoco los habitantes de Majadahonda lo tienen fácil para trasladarse cada mañana a su trabajo en la capital. Joaquín Barberá, director en Madrid de una editorial catalana, abandona cada mañana su domicilio en Majadahonda alrededor de las 8.30 para llegar' 55 minutos más tarde a su despacho en la calle de Recoletos. La congestión del tráfico le afecta ya en la carretera de El Plantío hasta entroncarse con la N-VI. Habitualmente intenta evitar las retenciones a la entrada de Madrid y se dirige por la carretera de Castilla hasta el puente de los Franceses. Barberá afirma que "de haber sabido esto hace 7 años, cuando me trasladé de Madrid a Majadahonda, me lo hubiera pensado dos veces".
Sarnuel Abad, taxista de Majadahonda, sabe muy bien lo que a un ejecutivo de los muchos que habitan en la zona le puede costar en tiempo y en dinero el llegar al aeropuerto una mañana cualquiera. "Es un trayecto que habitualmente se realiza en 30 minutos", afirma Abad, "pero un día de diario puede llevar dos horas y la carrera llega a costar 3.000 pesetas".
En Alcobendas y en San Sebastián de los Reyes (120.000 habitantes) el único medio de enlace con Madrid es por carretera.
El problema de la insuficiente capacidad de la Nacional 1 será subsanado con el desdoblamiento de la carretera de Manoteras a La Moraleja. El proyecto ha sido aprobado por la Dirección General de Carreteras, y estará acabado a finales del próximo año.
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