La censura y los niños
Un lugar común en la teoría política es que, aunque la censura necesita una justificación muy poderosa en lo que a los adultos se refiere, puede utilizarse con mucha mayor facilidad en cuanto a la protección de los niños. La obscenidad es hoy, en las sospechosas mentes de los censores de las escuelas y bibliotecas, la del racismo o la del sexismo.Considerar a una bruja fundamentalmente como una mujer desagradable revela una imaginación programada a sí misma para darse cuenta solamente del sexismo y del racismo, ignorando todo lo demás. Los niños deben ser protegidos de esta custodia, que puede limitar el desarrollo de su imaginación.
25 de noviembre
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