El PNV, al borde de perder su hegemonía

La escisión en el PNV, consecuencia de una crisis interna vivida traumáticamente en los dos últimos años, le coloca ante el riesgo de perder la hegemonía institucional, que ostenta desde hace seis años. El PNV, representante de "la mayoría natural nacionalista", es el partido más votado en Euskadi, y esta supremacía -que le ha permitido alzarse con la casi totalidad de las alcaldías, dominar con mayoría en las juntas generales y en el Parlamento autónomo y designar a las diputaciones y a los Gobiernos vascos- puede quebrarse ahora y supondría la pérdida de su control institucional.En una sociedad en la que el nacionalismo constituye la ideología dominante, el PNV extiende su poderosa influencia por todo el entramado socioeconómico vasco" desde las cajas de ahorro hasta las cámaras de comercio, pasando por las directivas de los clubes deportivos, las asociaciones de todo tipo, las comisiones diocesanas o las ikastolas. Las bases nacionalistas conciben a su partido como un gran movimiento de liberación nacional de carácter interclasista, populista, en el que la reivindicación nacionalista pospone formal y permanentemente el debate izquierda-derecha. Muchos de sus dirigentes se definen como democristianos, más por la necesidad de identificarse a título personal de alguna manera que por distanciarse de los que, como el lendakari anterior, Carlos Garalkoetxea, han mostrado en ocasiones simpatías socialdemócratas.

La escisión del PNV no responde a un enfrentamiento entre la derecha y la izquierda en un partido que realizó su última asamblea en 1977, al salir de la clandestinidad. A diferencia de HB, que hace de la ruptura con las instituciones una de sus señas de identidad, el PNV asume la tradición posibilista y pragmática del nacionalismo tradicional. Es el partido con mayor número de afiliados: 24.000 en Vizcaya, 4.500 en Guipúzcoa y 3.600 en Álava, según los últimos datos facilitados por su oficina de prensa, y el único que posee representación municipal en la práctica totalidad de los municipios vascos. Su vocación municipalista encaja en la estructura confederal y asamblearia de su organización interna.

El prototipo de votante de este partido, que obtuvo 450.000 votos en las pasadas autonómicas, está representado por una persona próxima a los 40 años y con estudios de bachiller elemental.