Pasolini, a medianoche
Las mil y una noches no es sólo la culminación de lo que su autor, Pier Paolo Pasolini, diera en llamar "la trilogía de la vida" (y que él mismo consideró, al fin y al cabo, una soberana estupidez puesto que el filme, junto con El decamerón y Los cuentos de Canterbury, forma una única e inseparable obra), sino la culminación, también, de un discurso sobre el hombre y su primitivismo, su ingenuidad, sus legítimas libertades y su vitalidad congénita. Trilogía (sigamos llamándola así pese a los reparos de su creador), no obstante, de la que abjuró el propio Pasolini al comprobar el malentendido general del que fue objeto, la negativa del público a reconocer intenciones y recoger, sólo, evidencias. En otras palabras, desnudos.Y no se trata de una obra de laberintos inaccesibles ni crípticas propuestas. No hay en la trilogía metáforas más allá de sus planteamientos, como las había en su admirable Teorema. Pasolini, con la trilogía pretendió -y consiguió- ser simple y sencillo, popular. Sencillamente contando cuentos y cantando la alegría de vivir. Ni siquiera pretendió hacer caligrafila cinematográfica, prevaleciendo siempre en su cine la lengua frente al lenguaje. Sólo que una intuición poética -de la que muy pocos seres están dotados- hizo de sus películas perlas cinematográficas.
La búsqueda desesperada por Nur ed Din de su querida Sumurrud es el pretexto de Pasolini a partir de varios fragmentos de Las mil y una noches. La capacidad fabuladora del cineasta, sus hallazgos éticos y estéticos -nada retóricos, por otra parte- y los,hermosos parajes utilizados -en Yemen, en Irán, en Nepal...- hacen de Las mil y una noches una obra maestra, sensible, fresca y extremadamente divertida. Siempre y cuando, claro está, no se ande a la caza furtiva de glándulas mamarias y testículos varios. Corrosión comercial que disgustó a Pasolini -y cuyo resultado inmediato fue Saló, un vómito de primera categoría- y que esta madrugada se incrementará al oír hablar a sus primitivos personajes en castellano. Que es como decir no oírlos. Que es como asistir a otra película, cuyo autor ya no es Pasolini.
Las mil y una noches se emite hoy a las 0.30 por TVE-1
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