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El ex director de la Caixa de Catalunya denuncia intromisiones en los teléfonos de la entidad

Joan Bilbao, ex director general de la Caixa de Catalunya, denunció el pasado mes de octubre, en una carta dirigida al presidente de la entidad, Antoni Serra Ramoneda, que se habían cometido graves irregularidades en la institución, tales como la intromisión y control de las comunicaciones telefónicas en diversos departamentos de la dirección, según medios judiciales. A raíz de esta carta de denuncia, dos altos cargos de la caja, aludidos en el escrito, y el actual director general promovieron un acto de conciliación, previo a la presentación de una querella criminal por presuntas injurias y calumnias.

En la carta, Joan Bilbao acusaba al secretario general, Xavier Balaguer Tarragón, y al subdirector y portavoz de la entidad, Carles Gálvez, de haber iniciado una campaña para desprestigiarlo y destruirlo y que incluso habían amenazado con represaliar a aquellos empleados que mantuvieran relaciones con él.

Otras irregularidades

En la misma carta, alertaba al presidente de la Caixa de Catalunya de importantes irregularidades en la administración de la entidad, entre las que destacaba la manipulación de la contabilidad para desviar fondos y la destrucción de documentación.Bilbao acusaba a estos dos altos empleados de haber propiciado una labor de intromisión en las comunicaciones telefónicas, estableciendo un control de las llamadas de la caja, que afectaban a varios departamentos de la dirección.

Los dos empleados aludidos y el actual director general de la entidad, Francisco Costabella Papiol, iniciaron una acción judicial contra el denunciante por considerar que el escrito era calumnioso. Esta acción judicial se llevó a término el pasado 5 de noviembre ante el Juzgado de Distrito número 16 de Barcelona, donde se celebró el acto de conciliación, previo a la interposición de una querella criminal, entre tres altos directivos de la Caixa de Catalunya y el ex director general de la mencionada entidad, Joan Bilbao.

En el acto de conciliación, el representante de Bilbao fue requerido para que se rectractase públicamente y por carta y reconociese las inexactitudes vertidas en el documento y que los hechos eran constitutivos de un delito de calumnias e injurias.

El acto de conciliación finalizó sin avenencia, según informó a este periódico Carles Gálvez, quien calificó el escrito de Bilbao como de libelo y añadió que los perjudicados no habían adoptado aún ninguna decisión con respecto a la presentación de una posible querella criminal. Gálvez recalcó que el escrito se había recibido en la entidad coincidiendo con la decisión de rescindir el contrato de Bilbao como asesor de la presidencia, por considerar que sus actividades profesionales en la empresa Eurohipotecaria, SA, constituían una competencia desleal.

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