Mueren por asfixia dos presos preventivos en Barcelona

Dos presos preventivos murieron por asfixia en la madrugada de ayer en la cárcel de la Trinitat de Barcelona a causa del incendio de un colchón de su celda. Los muertos son José Molina, de 17 años, acusado de robo con intimidación, y Francisco Javier Jiménez Pérez, de 18, presunto autor de unos 100 delitos. El padre de Jiménez Pérez denunció a su hijo en marzo de 1985 tras el robo de las joyas de su casa.

Los hechos fueron descubiertos a las dos de la madrugada de ayer por un funcionario en una de las rondas habituales de la prisión al percibir olor a quemado. Momentos más tarde, el director en funciones de la prisión, José Luis Valdivieso, y el médico del centro entraron en la celda ocupada por los fallecidos, donde encontraron los cuerpos tendidos en el suelo, al lado de un colchón quemado. Los reclusos no intentaron abrir la ventana de la celda, de acuerdo con manifestaciones del inspector de Servicios Penitenciarios, Ángel Vicente. Los hechos que han provocado la muerte de los dos reclusos están siendo investigados judicialmente.Los dos internos se encontraban en la Trinitat en prisión preventiva dictada por orden judicial. José Molina Heredia ingresó en la prisión el 13 de octubre pasado a disposición de un juzgado de Sant Boi, bajo la acusación de robo con intimidación. Francisco Javier Jiménez, el Gori, fue detenido por la Guardia Civil en marzo de 1985 tras una denuncia efectuada por su padre, quien le acusó de haber robado y vendido las joyas de la familia para poder comprar su dosis diaria de heroína, droga a la que era adicto desde hacía un año. El joven había cometido más de cien delitos en Mollet del Vallés, según la Policía Municipal.