El Gobierno francés estimula los planes de jubilaciones con deducciones fiscales

Los franceses se verán estimulados a ahorrar más, a echar cuentas para tener mejores jubilaciones y a comprar acciones, tanto de las empresas donde trabajan como de las compañías públicas que el Gobierno va a empezar a privatizar este mismo otoño. Un sistema de importantes deducciones fiscales es el que deberá conseguir la metamorfosis de los franceses de cigarras en hormigas. Pero el Estado dejará de ingresar por ello entre 6.000 y 7.000 millones d francos (120.000 millones de pesetas) por año sólo para el estímulo a las jubilaciones.

Edouard Balladur, ministro de Estado y ministro de Finanzas, acaba de desvelar las líneas generales del proyecto de ley que entrará inmediatamente en el Parlamento y que quiere contribuir al diseño de una sociedad a la americana, en la que finalmente sea cada persona quien construya su plan de jubilación y en la que todo ciudadano sea potencialmente accionista de alguna sociedad.Los planes de jubilación han sido pensados precisamente ante la previsible y futura descapitalización del sistema de seguridad social, como resultado del envejecimiento de la población y de la disminución relativa de la población activa.

En los círculos próximos al Gobierno se destaca la caída del ahorro en los años de gestión socialista: del 15,8%, de los ingresos en 1981 al 12%. Se apunta también a la necesidad de apoyar las privatizaciones de las grandes empresas públicas con una política de ahorro y de facilidades a los pequeños accionistas, entre otras razones por las dificultades que encontrará el Gobierno para conseguir cubrir en los plazos previstos la suscripción de las acciones de las nuevas grandes sociedades privadas.

Y no se esconde el interés de una política de participación de los trabajadores, notablemente de los cuadros medios, en la propiedad de las empresas, de cara al amortiguamiento de las tensiones sindicales.

Los planes de jubilación previstos por el Gobierno son libres en cuanto a cantidad ahorrada (el Estado fijará sólo un máximo deducible), se podrán interrumpir a voluntad y podrán ser gestionados directamente por el titular a través de intermediarios financieros o de compañías de seguros.

Beneficios fiscales

Los fondos son flexibles, podrán ser retirados una o varias veces, el capital acumulado se podrá convertir en pensión o los fondos pondrán ser bloqueados hasta la jubilación. Hasta 6.000 francos (120.000 pesetas) de ahorro-jubilación al año serán deducibles de impuestos.El Gobierno francés contempla que también haya otras deducciones para las cuentas de ahorro en acciones, simplificando el sistema ya existente creado por el ministro socialista de Economía y Finanzas, Jacques Delors, en 1983.

El proyecto de ley sobre ahorro suprime también algunas dificultades para la adquisición de acciones de las empresas por los trabajadores, flexibiliza el régimen de adquisición de una empresa por sus propios asalariados y, finalmente, establece la cesión gratuita de una acción por cada 10 acciones adquiridas que se conserven durante 18 meses, con el límite de 50 acciones, en la próxima privatización de las empresas públicas.

El plan de ahorro previsto permitirá, según el Gobierno de París, estimular la inversión empresarial, desarrollar el ahorro en detrimento del consumo y, en consecuencia, equilibrar la balanza comercial, además de constituir un complemento de estímulos para las privatizaciones de determinadas empresas que se encuentran actualmente en manos del sector público.

Según otras apreciaciones más críticas, no está claro que el plan estimule un ahorro nuevo, sino que puede producir un desplazamiento de los actuales fondos de ahorro.