La tendencia a la baja frena su empuje

Los recortes a cuenta del incremento en el índice de precios al consumo han continuado, aunque en la mayor parte de los casos han sido menos fuertes que en la sesión anterior. La lógica de estas bajas no está llevando a una salida masiva de papel, por lo que los intercambios se realizan en medio de un ambiente tranquilo y a buen ritmo, esto es, los volúmenes de contratación son todavía altos y hasta el lunes el total contratado se mantiene en tomo a los 8.000 millones de pesetas efectivas. Tan sólo las operaciones a crédito han retrocedido sensiblemente ante el cambio radical que han sufrido las expectativas. De un mercado que esperaba mantenerse con cierta facilidad en el nivel del 200% se ha pasado a una situación en la que lo que despierta más interés es la procedencia del papel y su volumen.Todo queda pendiente de la magnitud de los recortes, al tiempo que son numerosos los valores que consiguen mantenerse al alza o repetir, dando la sensación de que el proceso de selección no ha terminado todavía o, cuando menos, existe la creencia de que no todos los valores han de verse afectados por la situación actual. Las medidas de choque anunciadas por el Gobierno para intentar controlar el crecimiento de los precios han tenido buena aceptación entre los asiduos del parqué, aplique hay que esperar a conocerlas para poder evaluar su verdadero alcance.

La incidencia de las partidas vendedoras ha sido muy desigual, afectando en mayor medida a aquellos sectores que en la sesión anterior mostraron más resistencia, y, por el contrario, los grupos que el lunes bajaron con fuerza han registrado una especie de período de reflexión. La causa ha sido el miedo de los ínversionistas a que una nueva tanda vendedora de la importancia de la anterior provocase una salida en cadena de un papel que aún puede aguantar si las cosas no se ponen demasiado feas.

Esto ha permitido a los valores eléctricos mantenerse en sus posiciones mediante una serie de altibajos de escasa importancia. Sin embargo, la tranquilidad de este sector no ha servido en esta ocasión para contagiar al resto, que, con la excepción de los otros dos grandes grupos del mercado, se ha mostrado bastante negativo.

Las pérdidas acumuladas por los grupos industriales han oscilado entre 1,35 y 4,71, mientras que los sectores clásicos no han llegado a ceder un punto en ningún caso. Los valores bancarios han registrado un drástico retroceso en el volumen de contratación, que cae por debajo de los 300.000 títulos para los siete grandes valores del grupo, al tiempo que el resto, sin con trapartida compradora, se mantiene estable. Este descenso en la actividad es uno de los grandes problemas con que puede encontrarse el mercado en estos momentos, pues ya han sido varios los valores que han debido publicar posición de papel sin operaciones ante la ausencia de compradores. Las posiciones al cierre no permiten esperar grandes cambios a corto plazo en el ambiente del mercado.