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LA CITA OLÍMPICA DE 1992

Decepción en París y alegría en Albertville

Lluís Bassets

Alegría en Albertville, en toda la alta Saboya, y en las federaciones de deportes de invierno, y decepción y tristeza en París y en el resto de las disciplinas olímpicas. Éste era el cuadro de sentimientos contrapuestos que ha suscitado en Francia la doble decisión del Comité Olímpico Internacional (COI) de adjudicar los juegos de invierno a la pequeña ciudad de 16.000 habitantes de la montañana de la alta Saboya y de preferir Barcelona a París en los juegos de verano. El alcalde de la capital francesa y a la. vez primer ministro, Jacques Chirac, supo disimular e incluso superar estos sentimientos contrapuestos en la conferencia de prensa que ofreció ayer, al filo de las dos de la tarde, todavía caliente el golpe de la decisión.Felicitación de Chirac

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Chirac se congratuló de la elección de Albertville, convirtiéndola en una victoria de toda Francia, y supo felicitar a Barcelona, no sin soltar una pequeña puya. "Felicito de todo corazón a la ciudad de Barcelona", dijo el primer ministro. Y añadió: "Hemos trabajado dentro de la mayor comprensión y colaboración entre las ciudades candidatas. Barcelona presentó un estupendo dossier, ha sido elegida, y nos felicitamos por ello. Quiero expresar mis votos ardientes para que los juegos de Barcelona sean dignos de un centenario al que los franceses, quizá más que los otros, en razón de la nacionalidad del barón de Coubertin, están especialmente vinculados".

La actuación de Jacques Chirac defendiendo las dos candidaturas ante el COI y su demostración de espíritu deportivo en la conferencia de prensa, en la que manifestó que era favorable a la presentación de la candidatura de París para 1996, han convertido lo que hace unos meses se preveía como un desastre para el deporte francés, e incluso un fracaso de consecuencias políticas, en un final feliz. La prensa francesa de ayer era unánime en los elogios a la brillantez, las virtudes persuasivas del primer ministro ante los miembros del COI reunidos en Lausana. Quedan atrás, pues, bajo la alegría de Albertville y la eventualidad de una nueva presentación de: París, las divergencias que han turbado a los deportistas franceses hasta hacer pensar que podían quedarse sin juegos de verano y sin juegos de invierno.

Pero la misma elección de Albertville se percibe, sobre todo desde las filas de los deportes de verano, como una derrota para París. "Éramos conscientes de que Albertville tenía unos puntos por delante de ]París", declaró Daniel Curtil, de la Federación de Canoa-Kayac. "Siento una tristeza infinita por París", aseguraba Jean-Claude Perrin, entrenador de salto con pértiga. Y añadía: "Desde la final de pértiga en Los Ángeles no había vivido un momento de emoción tan intensa". Jean Pierre Lacoux, presidente de la Federación Francesa de Pelota a Mano, declaraba "su profunda decepción", y añadía: "Tanto mejor para Albertville".

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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