Un terremoto y una serie de atentados sacuden la capital japonesa en un mismo día

El área urbana de Tokio, en la que viven unos 30 millones de habitantes, se levantó ayer con un terremoto de 5,7º en la escala de Richter y se acostó con varios atentados de la extrema izquierda japonesa contra ediricios del Gobierno. En ninguno de los dos hechos se registraron víctimas.

Al las 6.15 horas, la tierra tembló durante unos segundos, en un territorio acostumbrado a los miniseísmos y cuyos edificios están construidos contra terremotos, según los expertos. A las 17.20, media docena de cohetes incendiarios fueron lanzados desde los maleteros de dos automóviles aparcados en las cercanías de la Dieta (Parlamento), de la Oficina de Ciencia y Tecnología y del Ministerio de Asuntos Exteriores, situados en el centro de Tokio, cerca del palacio imperial.Uno de los automóviles desde los que fueron lanzados los cohetes, de fabricación casera, se incendió y originó una espectacular movilización de la policía, que reforzó las medidas de seguridad en la residencia del primer ministro, Yasuhiro Nakasone.

Por el tipo de los atentados y por las características de los mismos, la policía los consderó obra de los grupos de extrema izquierda de la facción Chukakuha, los mismos que torpedearon en abril la sede de la cumbre económica de las potencias occidentales.