Las apariencias esconden los movimientos de fondo

Los mercados de valores han vivido otra sesión en la que las apariencias ocultan una parte de la realidad. Las variaciones que han registrado los índices generales sólo han reflejado en dos casos los movimientos de fondo del mercado: en Barcelona, donde se impuso el empuje del sector de construcción, y en Bilbao, donde flaquearon los valores industriales. Las mínimas variaciones de Madrid y de Valencia esconden las evoluciones de un mercado muy dinámico en el que continúan predominando las tomas de posiciones con carácter marcadamente especulativo y cíclico. Los trasvases de fondos de unos a otros sectores hacen subir el nivel de la contratación por encima de los 6.000 millones de pesetas efectivas diarias, cantidad que permite esperar acontecimientos desde unas posiciones realmente tranquilas, pues indican que el dinero está dispuesto a mantenerse en el mercado y que los distintos tanteos que se vienen sucediendo provocan en general más subidas que recortes.La adquisición de un importante paquete de acciones del Banco Central por un grupo kuwaití, sin dejar de pasar inadvertida, quedó en un segundo plano ante las importantes apuestas que se están realizando en torno al sector de la construcción. La posibilidad de que Barcelona pueda organizar la Olimpiada en 1992 está llevando a la especulación a tomar posiciones en tomo a las sociedades que pudieran verse favorecidas por este hecho. El avance del mercado catalán y las pocas centésimas que ganó el madrileño son un efecto exclusivo de la entrada de dinero en este grupo, pues los restantes sectores del mercado no mantuvieron una actitud en consonancia con estas expectativas.

Dentro del sector bancario lo más destacado fue el importante volumen que registraron las operaciones por caja del Banco Central, que pasó de los 50.000 títulos negociados el lunes a 102.000, quedando además casi 60.000 títulos como resto sin contrapartida vendedora. El avance de 20 enteros que registraron las acciones de este banco lo acerca a la cota del 900% y lo sitúa en su nivel máximo del año.

En el sector eléctrico, sin embargo, se impuso una vez más la falta de confianza, y los recortes volvieron a ser la nota más destacada de la jornada, poniendo de manifiesto la ausencia de expectativas a medio plazo, situación que por ahora queda soslayada por la inquietud de la inversión a corto, verdadera animadora de estas últimas sesiones. Como cada vez que el mercado se cierra en sí mismo, y en esta ocasión parece que lo está haciendo, los acontecimientos externos, incluso los que deben marcar las directrices a seguir, dejan de tener importancia como sucedió con la baja que experimentó el precio del dinero en la subasta del Banco de España, aunque, como también pasa algunas veces, parece que este factor ya está suficientemente ponderado por los mercados de valores. En cualquier caso los mercados se mantienen en una posición inigualable para esperar acontecimientos, pues Madrid puede romper una vez más la cota del 200% al menor impulso.