El Barça no reaccionó con Trumbo
PEDRO BARTHE Los murmullos continuos del público que llenó el Palau Blaugrana y su poco entusiasmo para animar a su equipo fueron la demostración del inconfomismo con que los seguidores barcelonistas observan la actuación de su equipo en la presente temporada. El Barcelona volvió a demostrar que es un equipo de andar por casa. En su pista ha ganado todos los partidos hasta el momento, pero en ninguno había causado una impresión tan pobre como en el de anoche.La inclusión de Trumbo fue tan positiva como su actuación el pasado martes en la pista del C¡bona de Zagreb, pero no fue suficiente para cambiar el juego del equipo. Un buen inicio de partido de Steve Trumbo, acompañado de los momentos más flojos de su rival, permitieron al Barcelona dominar la primera parte sin problemas. Al final de los primeros veinte minutos, los pupilos de García Reneses ganaban por 44-33 después de haber llegado a una máxima diferencia de quince puntos, 44-29.
Aunque en la reanudación Phillips seguía siendo superado continuamente por sus rivales, demostrando que su debilidad fisica es una constante de sus actuaciones, Illa sabía dar al Gin MG el ritmo adecuado. El Español seguía mal en el tiro y su rebote era menos potente que el del Barcelona, pero ralentizaba de tal forma el ritmo del partido que el Barcelona no lograba entrar en juego.
El momento culminante llegó en el minuto 32. Era difícil comprender cómo el Gin MG-Sarriá se había colocado a cinco puntos del Barcelona, pero ahí estaba. Los jugadores que entrena Juanito Jiménez no pudieron resistir la tensión y por tres veces perdieron la oportunidad de colocarse a tres puntos. Habría sido el momento psicológico que todo el Palau esperaba. El público sólo necesitaba una canasta más del rival para abroncar a los suyos.
Al minuto final se llegó con un amenazante 80-75 para el Barcelona, pero, igual que le sucedió hace una semana con el Canarias, la fortuna jugó a su favor en los últimos sesenta segundos. La expresión tensa de Aito en la conferencia de prensa al término del encuentro era la demostración de que las cosas no funcionan en su equipo. El técnico habló de la necesidad de asumir responsabilidades por parte de todos los componentes de la plantilla. Por su parte, Steve Trumbo reconoció que estaba cansado, pero que, a la vez, se sentía satisfecho por su actuación.
Los que de verdad estaban eufóricos eran los jugadores españolistas con su resultado imprevisto.
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