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La calma se impone como estabilizador

La ausencia de acontecimientos en el terreno de la política económica está provocando una situación paralela en los mercados de valores, muy necesitados de algún dato que venga a sacarles del hasta ahora suave goteo a la baja que vienen padeciendo. La persistencia de esta actitud vendedora está convenciendo a los inversionistas de la necesidad de reducir el volumen de riesgo en sus posiciones, lo que explicaría en buena parte el proceso vendedor y la fuerte selección que vienen registrando los mercados. Adivinar qué valores pueden mantener la tendencia alcista en medio de esta situación es un ejercicio tan atractivo como arriesgado, pero, en cualquier caso, el único que puede producir beneficios en un mercado carente de alicientes. Ajustes y trasvases compiten en importancia e intensidad con la búsqueda de otras alternativas que logren sacar al dinero del estancamiento actual, sin que por ello se hayan perdido las esperanzas de conseguir nuevas alzas, algo que se podría conseguir incluso si los precios alcanzan el nivel adecuado.En esta última jornada casi ningún sector consiguió superar la prueba con resultaidos positivos, y un buen reflejo del ambiente que se vive en el parqué es el rumor de la existencia de apoyos institucionales para algunos de los valores que lograron cerrar la sesión con resultados positivos o, cuando menos, no demasiado malos. Al tiempo, otro rumor viene insistiendo en la actitud vendedora de algunas instituciones para explicar el mal momento de los valores eléctricos, con lo que la sensación de que se intenta justificar la situación del mercado sobre la marcha ante la ausencia total de argumentos está ganando adeptos día a día.

A juzgar por la evolución de los índices generales, la sesión ha sido menos mala que las anteriores, pues sólo el mercado valenciano registró una baja superior a un punto, y ello porque hubo de ponerse al día tras una jornada de fiesta. En conjunto, todas las bolsas han mostrado cierto cansancio o, si se quiere ver así, poco convencimiento en cuanto a mantener una actitud vendedora prolongada. Con diferencias de 10 puntos entre cotas máximas y mínimas, los índices se mantienen en los mismos niveles desde hace mes y medio, lo que hace aún más difícil el tomar la decisión de aguantar o abandonar las posiciones. Esto lleva a resumir en un solo término la situación de los mercados, incertidumbre, acrecentada por la altura de las cotizaciones, de un lado, y por el buen momento económico, de otro.

La sesión ha sido una prolongación de la anterior, pero en términos más moderados, lo que llevó a un descenso notable de la actividad en el sector bancario, cuyos siete principales valores tan sólo sumaron 66.000 títulos como saldo vendedor, 50.000 menos que en la jornada precedente, mientras que el volumen ejecutado se mantenía casi en la misma cifra. La situación al cierre apenas había experimentado variaciones, quedando todo pendiente de la evolución del IPC de septiembre ante el estancamiento de los tipos de interés en la última subasta de pagarés del Tesoro.

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