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La OPEP pretende redistribuir de nuevo sus cuotas de producción para hacer subir el precio del petróleo

La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) comenzó ayer en Ginebra una nueva conferencia ministerial -la quinta de este año- con el proclamado objetivo de buscar una mejor redistribución de su producción global, de forma que el precio del barril pueda subir en los mercados mundiales. El ministro saudí del Petróleo, Zaki Yamani, manifestó que el precio del barril, actualmente situado por debajo de 15 dólares, debería alcanzar los 17 y 19 dólares una vez concluido el encuentro. Expertos de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que ayer modificó a la baja sus previsiones sobre la demanda prevista en la última parte del año, calificaron este objetivo de la OPEP de "muy difícil" de alcanzar.

La quinta reunión de la OPEP del año en curso ha sido convocada, en principio, para analizar la marcha del acuerdo alcanzado por el consorcio a primeros de agosto y que establecía, a partir del primero de septiembre, un límite de producción para doce de sus trece miembros de 14,8 millones de barriles diarios, dejando en libertad a Irak para que vendiera lo que pudiera (en total, algo menos de 17 millones de barriles). El acuerdo, que tuvo un efecto inmediato en el mercado, ha sido incapaz, sin embargo, de hacer, subir el precio a los niveles que los miembros de consorcio ambicionaban, unos 20 dólares por barril.El encuentro de la OPEP debe decidir, por otra parte, la estrategia a seguir una vez que el pacto de agosto, que preveía una duración máxima de dos meses, expire a finales de este mes. Ayer, los ministros hicieron declaraciones contradictorias sobre este punto, con algunos defendiendo su prórroga automática hasta finales de año mientras que otros, como los de Arabia Saudí y Kuwait, argumentaron la necesidad de replantearlo en su totalidad en espera de alcanzar un nuevo acuerdo sobre cuotas.

El ministro saudí del Petróleo, Zaki Yamani, señaló, en este sentido, poco antes del comienzo de la sesión de la mañana, que la conferencia no tendrá más remedio que afrontar la cuestión de las cuotas. "Todo el mundo quiere aumentar su producción", dijo Yamani, que admitió que Arabia Saudí, con la cuota más alta del consorcio (4,3 millones de barriles), también lo había solicitado. El ministro saudí también reiteró su vieja idea de que el cártel debía abandonar el precio oficial o de referencia que la OPEP todavía mantiene, en teoría, en 28 dólares por barril.

En relación a las cuotas, Yamani se vio apoyado en su demanda por el vecino Kuwait, otro de los regímenes conservadores del golfo Pérsico, cuyo ministro del Petróleo, Khalifa Al Sabah, declaró en una entrevista con un diario de su país que pensaba demandar "un aumento apreciable de su actual cuota de 900.000 barriles".

Posiciones encontradas

Pero el ministro libio, Fawzi Shakshouki, expresó una opinión totalmente opuesta al señalar, en los pasillos del hotel donde se celebra la conferencia, que el consorcio debía reducir su límite de producción en un millón de barriles, "o más", a fin de provocar una subida "auténtica" en los precios. "Mi opinión es que los precios no han subido todavía lo suficiente, por lo que es inútil hablar de "incremento de cuotas", dijo el ministro libio.Reconciliar estas dos posiciones, que coinciden básicamente con la tradicional división del cártel en moderados y radicales, va a ser precisamente la principal labor de la reunión ministerial, sobre cuya duración parece que existen dos versiones: los que dicen que el encuentro va a ser corto y los que opinan que puede ser una sesión maratoniana, en la línea de las cuatro anteriores.

Sea como fuera, el mercado de crudo permaneció ayer a la expectativa, con los precios registrando, en la línea marcada el pasado viernes, una tendencia a la baja. Los expertos están convencidos de que la OPEP va a ser incapaz de llegar a un acuerdo sobre nuevas cuotas de producción. Otro dato de efecto negativo sobre el mercado fue la publicación ayer en París del último informe mensual de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que redujo a casi la mitad el aumento previsto en la demanda de los países consumidores para el último trimestre del año en curso y el primero del que viene. Según la AlE, la demanda de crudo apenas crecerá a un ritmo anual del 2,5% en los últimos tres meses del año, frente a un incremento previsto en el informe anterior del 3,5/4,5%. La baja de sus previsiones es atribuida a la disminución del ritmo de actividad económica y a una valoración inferior a la real de los inventarios.

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