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El retorno

Como si fuera un argumento para un escritor exquisito de postguerra, es decir de entreguerras, el congreso del partido laborista británico requiere un título: Retorno a Radicalia. Hace un tiempo espléndido en Londres, Cyd Charisse baila en el teatro situado frente a Victoria Station, los diputados laboristas emplean el castellano para decir que los norteamericanos "no pasarán" en Nicaragua, al tiempo que recuperan antiguos análisis sobre el imperialismo y la división internacional del trabajo. Además, la señora Kinnock, tiene su percha, y será algún día una excelente compañera de la sonrisa incendiariamente pelirroja de su marido, cuando éste sea premier.

La audacia de la propuesta socialista en lo referente al desarme nuclear unilateral y el desmantelamiento de las instalaciones para el empleo de energía nuclear en usos civiles, no tiene nada de romántica. Es una audacia pragmática basada en un estado de conciencia cada vez más generalizado y fomentado por la liante política agresiva del señor Reagan. Igualmente, es una conclusión pragmática prescindir de la energía nuclear para usos civiles en un país en el que sobra carbón, petróleo, gas natural y mano de obra conde nada al paro por la subexplotación de materiales energéticos alternativos a lo nuclear.

A pesar de todo eso, hay una lógica pasión en los comentarios ante esta resurrección histórica de una socialdemocracia confiada en su papel de tercera vía real, y no de vía muerta para los trenes rotos del neocapitalismo.Especialmente notable la actuación de Willy Brandt en el Congreso, con el correlato rigurosamente subjetivo de Cyd Charisse bailando desde su tercera edad. Le han estirado tanto la piel, tanto, a Cyd Charisse, que ya no tiene aquellas espléndidas ojeras, posibles huellas de vicios constantes, antiguos, profundos. Le han estirado tanto la piel ideológica a Willy Brandt que parece otra vez aquel muchacho que prefirió ser noruego a ser nazi, y que viajó a España para escuchar la Internacional interpretada por soleares o según el recto entender de una cobla sardanística. ¿Será cierto que la Historia aún no se ha terminado?

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