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El grupo de los diez países ricos aplaza por un año la entrada de España

España se ha quedado por un año, por lo menos, a las puertas del club de los países ricos. El grupo de los diez (G-10) que representa en el Fondo Monetario Internacional (FMI) los intereses de las naciones industrializadas, consideró durante hora y media, en la reunión que mantuvo el sábado por la tarde en Washington, la candidatura formal presentada por España para pertenecer al grupo, pero fue incapaz, ante las reservas fundamentalmente suecas, de alcanzar un consenso.

La candidatura española queda ahora aparcada, como ya sucedió hace unos años con la australiana, en espera de que el grupo la estudie en sus próximas reuniones, quizá en la de septiembre de 1987.La delegación española que asiste a las reuniones anuales del FMI y Banco Mundial y que preside el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, estaba ayer a la espera de recoger más información de primera mano sobre el debate que, a puerta cerrada y con asistencia de sólo los titulares de cada uno de los 11 países que forman el G-10, celebró en la tarde y noche del sábado. Pero las primeras impresiones, según adelantó ayer Miguel Ángel Fernández; Ordóñez, secretario de Estado de Economía, son optimistas. "No ha existido un rechazo de la candidatura española y el debate no se recoge en el comunicado final del grupo. Esto quiere decir que el G10 no se ha pronunciado definitivamente ni en contra ni a favor sobre la candidatura, lo que es más positivo que el simple rechazo".

Otras fuentes indicaron que la candidatura española fue presentada en un momento no del todo adecuado, debido a dos hechos. Primero, en la reciente ampliación del G-5, con la inclusión de Canadá e Italia y creación posterior del G-7. En segundo lugar, el proceso de reestructuración que abordará este próximo año el Acuerdo General de Préstamos (AGP), un mecanismo de compensación del FMI que dio origen al G-10 y que convierte a sus miembros en países donantes (susceptibles de aportar fondos) en los casos en que el FMI precisa recursos extraordinarios para corregir desequilibrios en las balanzas de pagos de sus miembros.

La revisión del AGP exigirá la determinación de nuevas reglas en su funcionamiento, su composición y en el mecanismo de aportación de fondos. Según algunas fuentes, es muy probable que se haya producido una sugerencia para que España espere a entonces a ver su candidatura desbloqueada, una vez que haya decidido su adhesión al acuerdo.

Coste relativo

La adhesión de España al AGP, según fuentes económicas solventes, no plantea un coste inmediato para el presupuesto español. La aportación que España tendría que realizar sería incluso superior a los 400 millones de dólares previstos, pero el desembolso de estos fondos no sería inmediato e incluso en el caso que los recursos fueran requeridos, percibiría un interés de mercado. Según las mismas fuentes, la pertenencia de España al G-10 tendría un beneficio porque las ventajas políticas superarían a los costes económicos.

La candidatura española al grupo de los ricos, que fue presentada por Solchaga en una carta enviada a todos sus miembros, con fecha del 24 de febrero pasado, figuraba en la agenda de la reunión el sábado bajo el epígrafe general "Futuro del G-10". Según fuentes solventes, la pretensión española fue discutida en un contexto muy general, teniendo en cuenta que Australia había solicitado años antes su pertenencia de manera formal y otros países como Austria y Noruega, se habían interesado indirectamente a la adhesión.

Al parecer, algunos países pequeños ocultaron su oposición a la entrada española bajo el argumento de que había que abrir la puerta a todos los países que de una forma u otra se han interesado por el ingreso en el G-10. Según estos argumentos, el G-10 perdería con la ampliación una gran parte de su identidad original, que además ya se ve muy devaluada después de la creación del G-7, al que pertenecen Estados Unidos, RFA, Francia, Reino Unido, Japón, Italia y Canadá.

La oposición de Suecia fue, en gran medida, más tajante que lo que se había anticipado ya que, según fuentes españolas, ninguno de los países grandes se había opuesto a nuestra candidatura. El representante holandéas, Onno Ruding, que actua de presidente, se mantuvo al margen de la polémica en razón a su puesto.

Por otro lado, el comité interino del FMI inició ayer su reunión previa a la asamblea anual del FMI. Este comité recogió las intervenciones de los ministros de los 22 países miembros que la conforman.

España estará representada en esta ocasión ante el comité interino por México. Los discursos de los 22 países se refirieron a la situación actual de la economía mundial, en base al informe económico semestral que han elaborado los expertos del directorio del FMI. Este informe prevé una disminución mínima en el índice de crecimiento de la economía mundial para este año, si bien anticipa un mayor crecimiento para 1987.

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