Los comerciantes de la Gran Vía, contrarios a la reforma de la calle
Los comerciantes de la Gran Vía, cuando se les pregunta cómo está la zona, contestan: "Fatal". Respecto a la iniciativa del Ayuntamiento de reformar totalmente esta calle, esos mismos comerciantes, tras mostrar su sorpresa, comentan: "Pues, entonces, apaga y vámonos". "Lo que necesita la Gran Vía", dice la propietaria de una lencería, "es que la limpien de toda la gentuza que hay aquí metida, y no que pongan esto patas arriba, gastando un dineral".
"Si el Ayuntamiento pretende terminar con ello a partir de unas obras radicales", añade, "tendrían que tirar todo el casco central de Madrid para poder limpiarlo". El encargado de la cafetería y pastelería Zahara opina que "terminar con mangantes, drogadictos, putas y chorizos se puede hacer con medidas directas, sin hacer unas obras que la calle no necesita".El propietario de una de las joyerías de Gran Vía no quiere hablar "para no decir ninguna barbaridad"; aun así, comenta "Estamos atestados de sinvergüenzas".
El viernes pasado, Juan Barranco, alcalde de Madrid, anunciaba que a mediados del próximo año comenzarán unas grandes obras entre la plaza de Callao y la calle de Alcalá. El objetivo es doble: devolver el esplendor a esta calle y dar un primer paso para frenar el deterioro causado por la delincuencia.
Más vigilancia
"El esplendor que ha perdido la Gran Vía se recupera de otra. forma, con más vigilancia y medidas más duras para los que detienen", comenta el dueño de otra joyería, Kepta.En general, los comerciantes de esta zona céntrica de Madrid ni están muy de acuerdo en que la Gran Via necesite un cambio total de imagen ni ven muy claro que con eso se ataje el grave deterioro al que está sometida. "Las calles Ballesta y Montera, por ejemplo, siempre estarán al lado", dicen.
Ángel González Aldana, presidente de la Asociación de comerciantes de Gran Vía, que reúne a 80 establecimientos, señala su aburrimiento de tanto protestar por la inseguridad y la ineficacia de la policía municipal. Cree que hacen falta algunas obras para mejorar la imagen de la calle, aunque no una gran reforma como la de la Puerta del Sol. "Acabar con el deterioro actual es cuestión de hacer mas numerosa la vigilancia".
Termina indicando el temor a que en Gran Vía llegue a pasar lo mismo que en la calle Montera: "No se puede pasear mirando escaparates".
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