España y Albania establecen relaciones diplomáticas
España y Albania establecieron ayer relaciones diplomáticas, completando así las negociaciones que durante un año han mantenido en París los embajadores de los dos países. Albania era la única nación europea con la que España no mantenía relaciones. La ceremonia del canje de notas, dentro del marco de "universalidad de relaciones" de la política exterior española, se celebró en presencia de los embajadores de los dos países en París, Juan Durán Lóriga y Maxhun Peka.
El acuerdo de establecer relaciones con Albania fue aprobado en el Consejo de Ministros del pasado 28 de agosto. De momento, la representación española en Tirana se canalizará a través de la embajada en Belgrado, y la albanesa en España desde su delegación en París.Los contactos, entre España y Albania han sido prácticamente nulos desde la constitución del pequeño país balcánico, en 1945. Apenas unos centenares de españoles, en excursiones más exótico-políticas que turísticas, han visitado esa nación en los últimos años. Los contactos comerciales en 1985 se limitaron a 895 millones de pesetas de compras españolas, fundamentalmente mineral de cromo, y unas exportaciones por valor de 85 millones de pesetas.
Tras la normalización diplomática con Albania, el único país con el que España no mantiene relaciones es Corea del Norte. En lo que va de año se establecieron relaciones diplomáticas con Israel, en enero, y con San Vicente y las Granadinas, el pasado mes de julio, Santa Lucía, en mayo, y con Guyana, en agosto, los tres pequeños países que han accedido en los últimos años a la independencia de Gran Bretaña, los tres situados en la cuenca del Caribe, y que estarán representados desde la embajada española en Kingston, la capital de Jamaica.
El proceso de apertura de relaciones diplomáticas hispano-albanesas, informa desde Belgrado Juan Fernández Elorriaga, comenzó a gestarse en la capital de Yugoslavia el año 1978, a partir de la expulsión de España de Leka Zog, pretendiente al trono albanés.
Durante años, el Gobierno español había acusado al régimen albanés de ayudar al FRAP (Frente Revolucionario Antifascista y Patriótico, activo en los últimos años del franquismo). Hasta la muerte de Franco, los embajadores albaneses en todo el mundo tenían órdenes de no saludar a sus homólogos españoles y de darles finamente la espalda en recepciones oficiales organizadas por terceros países. Fueron el embajador Fernando Olivié y el actual viceministro de Exteriores albanés, Sokrates Plaka, quienes iniciaron el año 1977 en Belgrado los primeros contactos informales.
Fernando Ballestero, el año 1980, y Miguel Ángel Moratinos, en 1984, fueron los primeros diplomáticos españoles en viajar a Albania. Juan Antonio Samaranch estuvo también en Tirana como presidente del Comité Olímpico Internacional.
Fuentes diplomáticas albanesas comentaron a este periódico que en 1981 se registró una súbita caída de interés por parte española para unas relaciones diplomáticas que parecían cosa hecha a fines de 1980. Surgió en Madrid la tesis de que no habría relaciones con Albania sin previo reconocimiento de Israel. En Tirana entendían difícilmente esta vinculación, por ser Israel el único país del Mediterráneo con el que Albania no tiene relaciones.
En 1985, el Consejo de Europa recomendó a sus miembros, promocionar sus relaciones con Albania, a raíz de la muerte de Enver Hoxha, en abril de 1985, ante la posibilidad de que los nuevos dirigentes cayeran e la tentación de retornar al Este.
Sin relacines con Moscú
Oficialmente marxista-leninista-estalinista, Albania no tiene relaciones con la Unión Soviética, ni con Gran Bretaña ni con Alemania Occidental. Con este último país el proceso de restablecimiento va avanzado. Dos veces ha estado en Tirana Franz Joseph Strauss, líder de la derecha bávara. Queda por solucionar bajo qué modalidad de ayuda económica encubierta podría la RFA hacerle llegar a Albania algún tipo de indemnizaciones por la II Guerra Mundial.Albania es el segundo exportador de mineral de cromo del mundo. No obstante los considerables esfuerzos emprendidos desde 1945 por el régimen estalinista de Hoxha, el país sigue teniendo un marcado perfil agrícola. Se autoabastece de petróleo y no existe la propiedad privada del automóvil.
Muerto el líder histórico Hoxha, en abril de 1985, su sucesor, Ramiz Alia, prometió ante los restos mortales de aquél: "Albania será siempre roja, como tú la quisiste". Nada ha cambiado en el país más hermético de Europa. Ramiz Alia fue en vida de Hoxha el encargado de la pureza ideológica, el depositario de los óleos de la fidelidad a la memoria de Stalin, en un país donde el ejercício público de la religión está prohibido.
Un paseo por Tirana a las ocho de la tarde descubre una ciudad llena de bicicletas llevadas por padres o madres, con niños sentados en la barra, en el manillar o en el sillín; la impresión es de extraordinaria modestia, pero sin que se advierta la miseria de los países del Tercer Mundo.
La ruptura con la URSS en 1960 privó a Moscú de sus únicas, bases de submarinos en el Mediterráneo, situadas en el puerto de Valona, de cara a Italia y cerrando el mar Adriático. Moscú renueva todos los años su oferta de restablecimiento de relaciones, que es rechazada con saña e insultos.
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