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Disturbios en Palermo por la desaparición del equipo

La sentencia de la Liga de Clubes Profesionales de Italia de no admitir al Palermo en el Campeonato de Segunda División, debido a sus deudas, que se elevan a unos 800 millones de pesetas, provocó disturbios en la ciudad siciliana, con protestas frente al Ayuntamiento, rotura de cristales y desperfectos en automóviles. Los manifestantes lanzaron proclamas de todos los colores y epítetos como el de que "Palermo ha lavado la vergüenza decidida al Norte", "Estamos listos a bloquear el estrecho de Messina", y "La sangre debe correr en el Norte".Los denuestos subieron de tono en cada uno de los rincones de Palermo, ciudad de un millón de habitantes y donde se lanzaron proriamas contra Italia y se gritó "Gaddafi, Gaddafi...". Mientras los bomberos y la policía trataron de establecer cierto orden en medio de incendios, petardos y megáfonos que arengaban a la población, una mujer lanzó el desafío de "mañana seremos 100.000 en salir a las calles".

El hecho de una pretendida justicia deportiva se convirtió en la válvula para explotar viejos odios, que no encontraron todavía ni paz ni concordia, si se tiene en cuenta que no hace mucho tuvo lugar el superproceso contra la Mafia.

Tras esta rabia e impotencia mezclada con los airados reclamos de ancestrales reivindicaciones, ahora esa misma población se aferra a las esperanzas de una pequeña ilusión: la de la propuesta ofrecida por Franco Carraro, presidente del Comité Olímpico Nacional Italiano (CONI).

La propuesta de Carraro, que es también el interventor en la Federación Italiana de Fútbol (con poderes absolutos), es la de efectuar un "procedimiento excepcional" para recuperar al Palermo "para el campeonato más elevado posible".

Este intento de Carraro sería el de readmitir al club sureño en el torno inter-regional o en la cuarta división de fútbol profesional, la denominada serie C-2. Pero en el club sólo quieren la categoría B que tenían, y en la Liga aún piden garantías por la deuda pendiente, incluso por una parte que se adelantara.

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