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El Gobierno francés acuerda privatizar AGF, Saint Gobain y el Banco Paribas

Soledad Gallego-Díaz

El Gobierno conservador francés ha designado ya las tres primeras empresas que serán privatizadas. Se trata del grupo industrial Saint Gobain, el Banco Paribas y la compañía de seguros AGF. Todas ellas realizaron beneficios el año pasado. El Ministerio de Economía y Finanzas no ha explicado todavía el calendario ni las modalidades exactas de venta, pero se estima que Saint Gobain puede ser privatizada en su totalidad antes de fines de este año, mientras que Paribas y AGF saldrían al mercado en los primeros meses de 1987, con algunas semanas de intervalo, para permitir que la bolsa movilice sin dificultad las grandes cantidades de dinero necesarias.La privatización de las tres empresas mencionadas supone un primer paso en el programa espectacular anunciado por el gabinete Chirac a su llegada al poder, el pasado mes de abril. El decreto ley que permitirá la desnacionalización de prácticamente todo el sector público francés, dió origen a la primera batalla de la cohabitación, puesto que el presidente Franlois Mitterrand, socialista, se negó a firmarlo. El primer ministro se vio obligado entonces a convertirlo en un proyecto de ley que envió al Parlamento y que fue aprobado sin problemas a finales del verano.

La operación de privatizaciones, que se escalonarán a lo largo de cuatro años, ha sido preparada por el ministro de Economía y Finanzas, Edouard Balladur, consi derado como una de las personalidades más importantes del Gobierno, que podría convertirse en el futuro primer ministro, en el caso de que Jacques Chirac alcance un día la presidencia de la República.

Balladur, calificado de cardenal de acero por el diario Le Monde, controla prácticamente toda la política económica del Gobierno, por encima de los jóvenes lobos neoliberales, como los ministros François Leotard, Alain Juppe o Alain Medellin, que le han reprochado en ocasiones actuar con demasiada lentitud y guardar resabios excesivamente gaullistas.

El ministro de Economía, un personaje poco conocido, muy celoso de su intimidad, compareció ayer en el programa de televisión La hora de la verdad para explicar sus planes y anunciar la completa liberalización de los precios y del control de cambios, así como un descenso de los impuestos a partir de 1987.

Heredero de Pompidou

Edouard Balladur llegó a ser secretario general del Elíseo, un cargo de absoluta confianza del presidente de la República, pero a la muerte de Pompidou cayó en el ostracismo. Valery Giscard d'Estaing le ofreció el cargo de embajador en el Vaticano, pero Balladur prefirió consagrarse a la empresa privada. Su reincorporación a la política, siempre en puestos grises fuera del alcance de los focos, se realizó gracias a la insistencia de Jacques Chirac, otro hijo de Pompidou, que le incorporó a su equipo en el ayuntamiento de París.El ministro de Economía y Finanzas es un decidido partidario de la cohabitación pacífica con Mitterrand. "Desde que estamos en el Gobierno", afirma, "hemos hecho exactamente lo que queríamos".

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