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Las investigaciones sobre las averías de Ascó descubren defectos de diseño en las dos centrales nucleares

El diseño original de las dos centrales nucleares de Ascó presenta defectos, puestos de relieve a raíz de las investigaciones iniciadas para averiguar el origen de las últimas averías sufridas por el grupo 2, según ha explicado el inspector del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) Javier Zarzuela. El director de la central, Ignasi Camps, confirmó ayer que estos supuestos errores de diseño están siendo investigados y que se refieren, a un error en el cálculo de las temperaturas máximas que puede soportar, funcionando correctamente, el mecanismo activador de las válvulas de aislamiento de vapor principal.

En un encuentro mantenido con los medios informativos el pasado sábado, Javier Zarzuela señaló que las primeras investigaciones realizadas en Ascó 2 como consecuencia del fallo en uno de sus sistemas de seguridad (el constituido por las válvulas de aislamiento de vapor) apuntaban a la convergencia de tres factores como causantes últimos de la anomalía detectada: la suciedad del aceite, el exceso de presión en sus circuitos y el sobrecalentamiento del mecanismo activador de las válvulas. Respecto a este último factor, señaló que mientras que la casa fabricante, la empresa norteamericana Monroe, indica que este mecanismo puede actuar correctamente hasta una temperatura de unos 41 grados centígrados, posteriores pruebas determinaron que durante los meses de verano en la central se llegaban a sobrepasar los 50 grados centígrados.Según Ignasi Camps, este sería el defecto de diseño al que Zarzuela se refirió en una reunión con los 13 alcaldes del área nuclear de Ascó. Para Camps, el origen del defecto estaría en la existencia de un microclima en la zona de emplazamiento de las centrales que permitiría alcanzar temperaturas superiores a las calculadas inicialmente; esto habría supuesto un error en el establecimiento de los huelgos (huecos que se dejan en el engranaje de unas piezas para que éstas puedan moverse correctamente y que están directamente relacionados con las temperaturas a que van a estar sometidas) del mecanismo activador de las válvulas.

El problema, a juicio de Ignasi Camps, no es complicado en su solución, ya que podría quedar solventado simplemente con el cambio de aceite. Sin embargo, no descarta rotundamente la posibilidad de que el CSN ordene sustituir este mecanismo, hasta ahora un servomotor de la empresa americana Monroe, por otro que bien pudiera ser del mismo fabricante.

Nuevo retraso

De verificarse este error en el cálculo de las temperaturas, el asunto afectaría al grupo 1, ya que su diseño es idéntico al de Ascó 2. Este grupo permanece parado desde el pasado 4 de julio para efectuar la renovación de la tercera parte del uranio y su nueva puesta en marcha estaba prevista para la segunda quincena del presente mes. No se descarta, sin embargo, que sufra un retraso si finalmente el CSN confirma la existencia de este defecto de diseño, pues aunque tal como se ha dicho su solución técnica no sería complicada, conllevaría una serie de trámites burocráticos (permisos de importación, problemas de suministro ... ) que podrían mantener ambas centrales paradas por más tiempo del previsto inicialmente.En cuanto a las demás anomalías detectadas en Ascó 2 -que permanece parada desde el pasado 23 de agosto a raíz del fallo en las válvulas de vapor-, las referidas a la suciedad del aceite y al exceso de presión en sus circuitos, el inspector del CSN residente en Ascó ya señaló el pasado sábado que su solución es sencilla; bastaría con la introducción de unos filtros adicionales qué impidan la contaminación del aceite y con la correcta regulación de la presión del mismo.

Sin embargo, la posibilidad de que haya existido algún error humano por parte de operarios o técnicos de la central, concretamente la manipulación del aceite, qúe habría permitido la entrada de partículas de polvo, está siendo estudiada por el CSN, que no descarta la imposición de sanciones a las compañías eléctricas explotadoras; sanción que podría ser la máxima si se confirma la existencia de fallos humanos.

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A pesar de ser día festivo en Madrid, una comisión del CSN recibió ayer, en sesiones de mañana y tarde, a los técnicos de Ascó 2 para discutir conjuntamente el informe elaborado por la central que, posteriormente y junto con el elaborado por el CSN, deberá ser sometido ante el plenario de dicho organismo.

Por otra parte, el autobús verde de Greenpeace llegó ayer a Tarragona. En una conferencia de prensa, su portavoz en España, Jordi. Bigas, criticó la autorización que el CSN concedió a Ascó 2 para que entrara en funcionamiento después de haberse detectado, por primera vez, el pasado 1 de julio, un fallo en las válvulas de aislamiento de vapor, fallo que se reiteró el pasado 23 de agosto.

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