Marruecos inicia una amplia operación antiterrorista en todo su territorio
Marruecos ha puesto en marcha en todo el país una amplia operación antiterrorista, con controles rígidos y severos en las principales carreteras nacionales y comarcales y con una vigilancia de cerca hacia personas o grupos sospechosos, tanto marroquíes como extranjeros, que en algunos casos se extiende a funcionarios de embajadas, especialmente las árabes. Este temor a una supuesta desestabilización interna coincide con la visita del príncipe heredero, Sidi Mohamed, a las guarniciones militares del Sáhara, donde está acantonado el mayor contingente de tropas de este país, cerca de 100.000 hombres.
El corresponsal de EL PAÍS pudo comprobar personalmente en la madrugada del viernes la existencia de al menos una decena de controles en los 334 kilómetros que separan por carretera la capital, Rabat, de la frontera española de Ceuta. La mayoría de estos controles los dirigen miembros de la Gendarmería Real, fuerza paramilitar de parecidas características a la Guardia Civil española. Todos los vehículos son obligados a detenerse y, en la mayoría de las ocasiones, sus ocupantes deben exhibir sus documentos de identificación.
En los núcleos urbanos se ha incrementado asimismo la presencia de efectivos policiales en horas de la noche. Los controles en los accesos, en esta ocasión, son llevados a cabo por miembros de la Seguridad Nacional, policía uniformada. La presencia de estos controles ha provocado la presentación de quejas de algunas embajadas, que estiman que se están produciendo excesos. Muchos agentes retiran los permisos de conducir a los ocupantes de los vehículos, sin que se hayan producido infracciones, simplemente porque resultan sospechosos.
Amenazas contra Hassan II
La detención en días pasados de. cuatro integrantes de un comando terrorista (dos tunecinos, un libanés de origen palestino y un palestino) y los calificativos de traición contra el rey de Marruecos, primero desde Damasco y después desde Trípoli, como consecuencia del encuentro de Ifrán (conversaciones entre Hassan II y Simón Peres) es el principal motivo, según fuentes oficiosas, que impulsa a las autoridades marroquíes a adoptar este tipo de medidas, incrementadas tras la decisión real de romper unilateralmente el tratado de union con Libia, hace una semana.Por otra parte, la visita que desde hace unos días el príncipe heredero marroquí realiza a los cuarteles y campamentos militares del ex Sáhara español no puede desligarse, según los observadores, de las acusaciones de traición contra Hassan II por parte de Libia y Siria, y de una amenaza de muerte contra su persona por parte del grupo terrorista palestino capitaneado por Abu Nidal.
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