Beenhakker prohíbe a sus jugadores que se reúnan antes de los partidos para discutir la táctica

Leo Beenhakker, entrenador del Real Madrid, ha prohibido a los jugadores de la plantilla que se reúnan por su cuenta en vestuarios antes de los partidos. El técnico holandés quiere cortar con ello la costumbre que los futbolistas del Madrid mantenían en temporadas anteriores, sobre todo en la última, con Luis Molowny de entrenador. La plantilla ya ha elevado su protesta al presidente, Ramón Mendoza. Beenhakker también ha asumido desde que llegó al Madrid la responsabilidad de la preparación física, relegando a un segundo plano al encargado de esta parcela, Fernando de Mata.

Los jugadores del Madrid demostraron la temporada anterior unión y capacidad para el análisis, aspectos que ponían en práctica fundamentalmente en reuniones conjuntas, por lo general 24 horas antes de los partidos, y siempre sin la presencia, del anterior entrenador, Luis Molowny.. En dichas reuniones se comentaban, entre otras cosas, aspectos relacionados con el partido que debían disputar.Beenhakker ha desautorizado ese tipo de tertulias en los vestuarios, y la plantilla ha trasladado el problema al propio presidente del club, Ramón Mendoza, que se encuentra en una situación incómoda, presionado por ambas partes. Desde que accedió a la presidencia, Mendoza, ha procurado complacer a los jugadores en casi todas sus peticiones, pero cualquier tipo de insinuación al técnico podría ser entendida. como una intromisión en la autoridad de éste, por lo que el problerna tiene difícil salida.

Los jugadores píensan que el técnico holandés desea evitar que ellos dialoguen sin su presencia de cuestiones tácticas sobre los partidos, porque quiere asumir con total responsabilidad el cargo que ostenta. Beenhakker tiene sus ideas, habla con los jugadores de que en el fútbol moderno ya no existen posiciones estáticas ni puestos fijos e insiste a menudo en que futbolistas de la calidad del Madrid están capacitados para desenvolverse por cualquier zona del campo. Una buena demostración práctica de estos conceptos ya se dejó ver en las alineaciones de los dos partidos del trofeo Bernabéu, en los distintos sistemas de juego empleados y en las diferentes misiones y posiciones sobre el campo que ordenó a varios de sus pupilos.

En la plantilla ya se comenzó a ver en la pretemporada que el nuevo entrenador deseaba cargar con toda la responsabilidad de su puesto, incluso en la parcela física. El Madrid renovó por dos años el contrato de Fernando de Mata, que había realizado la anterior temporada una buena labor como preparador físico, a juicio de los propios fútbolistas. Este año la preparación ha sido diferente -el entrenador tiene sus propios criterios y argumenta que hay nueve mundialistas, que tuvieron una temporada más cargada- y en ella apenas ha tenido que ver el ayudante de Beenhakker. Hasta el punto de que uno de los miembros de la plantilla comenta la broma que algún compañero le ha llegado a gastar a De Mata: "A ver cuándo sales del paro".

Entre las mayores sorpresas de la preparación física llevada a cabo por Beenhakker se encuentran las largas sesiones de sprints, de velocidad en corto, al regreso del trofeo Teresa Herrera, en el que el Madrid quedó en último lugar, tras perder (1-3) con el Atlético y caer en los penaltis con el Sâo Paulo (1-1 en el tiempo reglamentario). Beenhakker justificó la floja actuación del equipo porque en la pretemporada se había llevado a cabo una preparación para coger fondo y que faltaba la fase de velocidad. "El equipo estará a tope para el trofeo Bernabéu y el inicio de la Liga en Murcia", afirmó.

En cierta medida, esta frase de Beenhakker se ha hecho reafidad. En el torneo Bernabéu el Madrid goleó al Steaua (4-0), y en la final realizó 20 minutos de gran fútbol ante el Dinamo de Kiev, aunque el equipo soviético acabó ganando tras remontarle dos goles al Madrid (2-3). En la Liga, el equipo de Beenhakker debutó con éxito en Murcia, pese a tener varias bajas, y el miércoles empató en el amistoso de Bruselas con el Anderlecht.