Aplazada la venta de las Torres de Jerez, con Heron y Villar Mir como candidatos finales

La comisión asesora del Gobierno para la reprivatización de las acciones y participaciones del grupo Rumasa, en su reunión de ayer, decidió prolongar el suspense sobre la adjudicación de la división inmobiliaria de Rumasa, IRSA, y las Torres de Jerez, al acordar postergar su decisión hasta una nueva reunión, fijada para el martes día 9, al objeto de solicitar aclaraciones adicionales a la oferta presentada por Heron International, que, en unión de la presentada por Villar Mir, compite en el tramo final de la carrera por el bien surtido imperio inmobiliario que fuera de José María Ruiz-Mateos.

La comisión asesora examinó ayer a partir de la una de la tarde las10 ofertas presentadas, cada una de ellas con su correspondiente ficha comparativa confeccionada por los expertos inmobiliarios del Patrimonio del Estado. Así se fueron eliminando aspirantes, como si de un premio literario se tratara. Por la parte alta de la tabla, la cuarta clasificada fue la oferta de la Compañía Mercantil Procobsa, con 8.900 millones de pesetas por ambas opciones -IRSA y Torres-, pero con problemas de avales bancarios.En tercer lugar quedó clasificada la de Emiliario Revilla y Revilla Hermanos, con 9.011 millones de peseta y avales aportados por el Banesto, Central y Bilbao. Y quedaron sobre. el estrado las dos competidoras finales: la denominada Miralba, correspondiente a la oferta conjdrita efectuada por Villar Mir y los suizos de la Regie Michel Turin, y Heron Intemational.

El grupo Villar ofrece 10.100 millones de pesetas, de los cuales casi 4.100 millones corresponden a las Torres de Jerez. Y, lo que es más importante, Villar, ofrece también el pago al contado, poniéndose en este sentido en línea con Heron.

Por su parte, el grupo británico ha elevado en el último momento su oferta desde los 10.035 millones iniciales hasta 10.535 millones de pesetas, de los cuales casi 4.200 corresponden a las Torres (frente a los 3.850 iniciales). Heron mantiene su oferta de pago al contado por el total de la operación.

Explicaciones a Heron

La oferta de Heron sigue siendo, pues, superior en más de 400 millones de pesetas a la Miralba, aunque las diferencias en las Torres se han reducido a 100 millones. Pero, de acuerdo con las fuentes consultadas, los hombres de la comisión asesora decidieron ayer pedirle a Heron algunas explicaciones adicionales sobre lo que piensa hacer en el futuro con la pléyade de apartamentos, viviendas de protección oficial, solares, etcétera, desparramados por la geografía española, que componen la división inmobiliaria de Rumasa. Porque, lo que sí decidió ayer la comisión fue mojarse, es decir, presentar al Consejo de Ministros un adjudicatario concreto.La versión oficiosa asegura que se trata de "pedir algunas ampliaciones a las condiciones de las dos ofertas, para que no se vuelva a repetir la historia". En otras palabras, los hombres del Patrimonio saben del negocio inmobiliario de Heron en las grandes capitales, en el cual encajan perfectamente las Torres de Jerez, pero desean cerciorarse de que también está dispuesto a gestionar el lio de IRSA, sin empezar a vender activos al día siguiente de la firma.

Heron parece tenerlo claro. "Consideramos a España uno de los países con mayor potencial de crecimiento de Europa en los próximos cinco años, y queremos estar presentes no sólo en Madrid y Barcelona sino en las demás capitales de provincia, para lo cual, naturalmente, necesitamos quedarnos con la actual plantilla de IRSA, que es la que realmente lleva la sociedad" ha manifestado un portavoz del grupo británico.

Ayer la comisión asesora decidió también adjudicar la sociedad Nuvamar, ex Fidecaya, a la compañía naviera gallega Sea, SA. Nuvamar cuenta con dos buques tramp de 8.140 TRB, el Nuvamenchu y el Nuvamarina. Sea, SA pagará 100 millones al contado y 200 en cinco años, al 8% de interés. La operación le supone al Estado un coste de 1.200 millones de pesetas en pasivos de Nuvamar que asume.