La proximidad del 200% da mucho que pensar
El índice general de la Bolsa de Madrid se ha ido en la primera sesión de septiembre hasta las mismísimas puertas del 200% con una facilidad pasmosa, y ello a pesar de que las circunstancias objetivas parecían recomendar la moderación y la prudencia por encima de cualquier otra posición. El aspecto psicológico inducido por la reincorporación de los bolsistas ausentes, sin que se produjeran escenas de recelos e incertidumbres, parece fundamental a la hora de establecer los puntos de apoyo de este nuevo tirón alcista. Los recién incorporados, lejos de asustarse por lo elevado de las cotizaciones de, la mayoría de los valores, pero fundamentalmente de aquéllos considerados habitualmente como especulativos, entraron con firmeza a tomar posiciones, hasta el punto de que las compras fueron las únicas partidas sobre el parqué ya que todo el papel se tomó con agilidad.La situación que ha quedado después de estas impresionantes muestras de fortaleza se asemeja sospechosamente a la ocurrida a mediados -de mayo, en la que tras unas notables revalorizaciones, el mercado de renta variable se sumió en un duradero atolladero que se extendió por más de dos meses. La banda 200-205 en el índice madrileño cuyo extremo inferior posiblemente se alcance en la sesión de hoy, será la prueba definitiva que aclarará de una vez por todas el sendero a seguir hasta finales del ejercicio. Ciertamente tras la ruptura de un máximo anterior o de una cota considerada como psicológica, la situación se vuelve especialmente peliaguda para los mercados de acciones, ya que la lucha por la retirada de beneficios convive poco amistosamente con las órdenes cursadas por aquellos operadores que tomaron posiciones en la cresta y que se ven obligados a esperar nuevas subidas para salir con ganancias de la empresa.
Entre estas dos teorías opuestas se debaten en estos momentos los mercados de renta variable: los que opinan que el 200 será la señal de partida para un pronunciado diente de sierra bajista corrector de los excesos, y los que sostienen una franca entrada en la posición de subida libre, consiguiente a la ruptura de anteriores zonas de resistencia, tal y como apuntan las hipótesis fundamentadas en el estudio de los gráficos y de las grandes series estadísticas.
Otro dato a tener en cuenta para calibrar la solvencia del presente proceso alcista se encuentra en los volúmenes de contratación diarios y, principalmente, en su apartado de operatoria a crédito. El pasado viernes se negociaron más de 8.000 millones de pesetas en acciones, de los cuales del orden de 2.000 se localizaron en operaciones de compra a crédito. Aunque las renovaciones de órdenes parecen haber engordado la cifra, lo cierto es que supone un porcentaje nada despreciable sobre el total contratado, máxime si consideramos que no se registró ni una sola operación vendedora con aplazamiento de pago.
Mientras unos operadores han efectuado claramente su apuesta, otros prefieren mantenerse a la expectativa- por ahora y ésta puede ser la clave del actual momento bursátil, al tiempo que la gran moraleja de la primera y brillante sesión de septiembre.
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