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Pereis Uega a Yaundé acompañado de un equipo médico

El primer ministro israelí, Simón Peres, llegó ayer a Yaundé, la capital camerunesa, acompañado de un equipo médico compuesto de seis médicos y 14 enfermeros para ayudar en el tratamiento de los afectados por las emanaciones de gas en la región del lago Nios, al noroeste de Camerún. Peres, que hoy concluye su visita, ha viajado a Camerún para reanudar las relaciones diplomáticas, rotas hace 13 años, hecho que estaba previsto que ambos países anunciaran hoy.Salid a las calles para saludar al héroe Simón Peres fue el eslogan lanzado por Radio Yaundé a los habitantes de la capital camerunesa -que recibieron un día de fiesta con ese motivo- para que acudieran a recibir al primer ministro de Israel.

La visita de Peres, de apenas 36 horas, se realizó a petición expresa del presidente camerunés, Paul Biya, deseoso de subrayar con brillantez la reanudación de relaciones diplomáticas con Israel, informa Víctor Cygielman.

Camerún es el cuarto país del África negra (tras Liberia, Zaire y Costa de Marfil) que normaliza sus relaciones con Israel, rotas por todos los Estados africanos durante la guerra de octubre de 1973 por solidaridad con Egipto. Desde entonces varios acontecimientos importantes han contribuido a dar la vuelta al proceso. Primero, la paz firmada entre Egipto e Israel en 1979, que puso fin al primer motivo de la ruptura. A continuación vinieron las amargas experiencias de la mayoría de los países del África negra, a los que los Estados árabes ricos en petrodólares habían prometido asistencia financiera en recompensa por su ruptura con Israel.

Alejamiento árabe

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La baja de los precios del petróleo, por un lado, y el ataque norteamericano a Libia, por otro, han supuesto un duro golpe a la influencia árabe, sobre todo. a la de Gaddafi, en el África negra. Las implicaciones de la lección dada a Gaddafi por Estados Unidos siguen repercutiendo en el África negra más allá del éxito militar -más bien limitado- de la operación propiamente dicha.

Estados Unidos se ha dado cuenta rápidamente: desde el bombardeo norteamericano del pasado 15 de abril, la injerencia directa de Gaddafi en los asuntos internos del África negra ha descendido considerablemente. El regreso primero discreto y luego más abierto de Israel a África no se ha hecho esperar.

Hoy Israel está presente en 27 países africanos y el volumen de su actividad económica en el continente negro (exceptuada Suráfrica) se ha doblado en relación a 1972. Biya está interesado en reforzar aún más los lazos de cooperación con Israel, sobre todo por razones de seguridad nacional: el actual presidente camerunés, Paul BIya, católico, sucedió en 1982 al presidente Adrnadu Ahiyo, musulmán. Aunque el traspaso de poderes se desarrolló en la legalidad, Biya ha tenido que afrontar un intento de golpe de Estado por parte de Ahiyo en 1984 y varias acciones de subversión musulmanas, tanto más peligrosas cuanto que Camerún comparte una frontera de cerca de 200 kilómetros con el norte de Chad, controlado por Gaddafi.

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