La RDA dobló en títulos a Estados Unidos
Los V Campeonatos Mundiales de natación, saltos, waterpolo y natación sincronizada se clausuraron ayer tras la última jornada de natación y la ceremonia con la nota insólita final de un desfile de moda. La RDA sólo ganó una de las seis finales disputadas, pero fue la gran vencedora del deporte base acuático, con 14 títulos (13 de los 16 femeninos y uno sólo masculino), justamente el doble que el gran derrotado, Estados Unidos (2 y 5), que sólo sumó dos más por su genial saltador Greg Louganis. La rumana Costache, que logró el último récord mundial, se confirmó como la nadadora más rápida, y el soviético Salnikov se despidió, derrotado en 1.500 libres y sin medalla.
La natación de los V Mundiales confirmó la derrota norteamericana ante la RDA y, en general, ante los equipos europeos. Estados Unidos, gran dominador del deporte acuático en casi toda su historia moderna, debe replantearse seriamente, su fracaso, aún más agravado que en Guayaquil 82.El triunfo parcial norteamericano en la hombres (5 títulos por 4 de la RFA ó 3 de Hungría) fue un tanto relativo. Y para acabar su decepcionante actuación, tuvo incluso la conde scendericia de unos jueces amigos (de Robert Helmick, presidente de la Federación Internacional y del Comité Olímpico de EE UU, por lo visto), que no descalificaron al equipo masculino de 4x100 estilos. Matt Biondi hizo otra exhibición para arreglar lo que sus compañeros parecen ser incapaces, pero se escapó bastante nítidamente en el último relevo, cuando la RFA, con Gross en mariposa, iba destacada en cabeza junto a la URSS y Canadá. Biondi, en cualquier caso, salió con 1.11 segundos de desventaja y ganó con 1.01. Sacó, en total, 2.12. Impresionante. No hubiera necesitado tirarse antes.
Él sigue siendo el mejor velocista mundial, incluso en los 50 libres, donde mantiene sus 22.33, que no batió Jager, su verdugo anteayer. En mujeres, en cambio, la revolución de esta nueva prueba del máximo sprint ha cogido del todo desprevenida a la RDA y, concretamente, a Kristin Otto, la mejor nadadora de los campeonatos. "No quería hacer salidas nulas y me tiré demasiado tarde". Y en un largo de piscina no hay tiempo de rectificar. Pero a la rumana Costache, más baja y explosiva, sólo quinta en los 100, le viene ideal la mitad de distancia. Con 25.28, ya récord mundial oficial y sexto de los campeonatos (7,11 kilómetros por hora, cerca ya de los 7,38 del récord mundial de Biondi en 100) rebajó por cuarta vez este año su plusmarca.
Salnikov sufrió su primera derrota en los 1.500 metros libres, pues los años (26) no pasan en balde. Rainer Henkel (19) confirmó su mejor marca de este año y se fue solo desde los 450 metros. Salnikov comenzó muy bien y se emparejó largo tiempo con el jovencísimo italiano Battistelli, reciente campeón de Europa júnior, 10 años más joven que él. Pero era la lucha del viejo campeón contra el futuro inexorable. El soviético cedió incluso en los 1.200 metros ante el ataque del norteamericano Jorgensen, ocho años también más joven. Pero sus 14.54.76 minutos quedan intocables; la barrera de los 15, también. Él ya ha pasado a la historia.
La RDA tenía muy difícil ganar más títulos en la última jornada. Otto ya había perdido con Costache y la norteamericana Mary T. Meagher, aunque muy lejos de su récord mundial, se había impuesto, a1 fin, en los 200 mariposa, después de su derrota en los 100. Pero en los 200 espalda, la plusmarquista mundial, Betsy Mitchell, no pudo repetir su triunfo de 100 y perdió ante Cornelia Sirch. La RDA continuaba sin perdonar.
En los 200 estilos masculinos, aunque se recuperó el plusmarquista mundial, el canadiense Baumann, afectado estos días de un virus, no pudo impedir el nuevo triunfo del húngaro, y campeón de Europa, Darnyi, que batió la plusmarca continental, octava en los campeonatos. Fue la tónica. Europa le pudo a América.
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