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Nicholas Roth

Un veterano violinista que, a sus 84 años, dirige orquestas de jóvenes

Sus alumnos hablan de él con el lenguaje del afecto y de la camaradería más que con el de la devoción hacia el mito: para ellos, Nicholas Roth no es una institución del pasado, sino el emprendedor profesor de violín, viola y música de cámara del Trinity College de Londres que, a sus 84 años, sigue al frente de conjuntos juveniles. Dos de ellos visitan España este verano: el Roth Quartet y el London Solists Ensemble, integrado por 13 músicos de edades comprendidas entre los 18 y los 23 años.

"Soy el violinista en activo más veterano de toda Inglaterra e imparto clases en el colegio más antiguo del país", suelta Roth con orgullo e ironía en un momento de la entrevista, consciente de que sus palabras sólo pueden despertar simpatía en el interlocutor.Nacido en Budapest y de nacionalidad británica, a lo largo de su dilatada carrera de intérprete ha conocido a los compositores más destacados de este siglo, de quienes habla como si de viejos amigos se tratara: "Toqué en seis ocasiones con Bela Bartok, que, para mí, junto con Stravinski, sigue siendo el compositor más importante de este siglo, e incluso llegué a hacer una grabación radiofónica con él. Era un hombre de una marcadísima personalidad, muy reservado, muy dificil de entrevistar. Todo lo contrarío que Hindemith, que te lo daba absolutamente todo sin guardarse ningún secreto", afirma Nicholas Roth.

De Stravinski, bajo cuya batuta actuó en varias ocasiones, conserva un recuerdo menos favorable ("tenía un carácter extremadamente desagradable", explica), pero vuelve a los elogios a propósito de Ravel: "Lo conocí en París, donde interpreté su Trío en compañía de su hija. Vino a nuestros ensayos en seis o siete ocasiones para aconsejarnos con gran paciencia y sensibilidad".

Hace más de 50 años visitó por primera vez España, país donde dice sentirse como en casa porque sabe en todo momento cómo comportarse y reaccionar, para realizar una gira con el Trío de Budapest. Al término de un concierto en Madrid, se le acercó en cierta ocasión un crítico, preguntándole por qué no incluía en el programa música española. Contestó sencillamente que no sabía que existieran obras para una formación de este tipo, a lo que el crítico le emplazó para que al día siguiente comieran con Joaquín Turina. Fue así como el trío de este compositor -premio Nacional en 1926- llegó a estrenarse luego en Londres, Amsterdam y Berlín. No recuerda Roth el nombre del crítico, y al apuntársele la posibilidad de que acaso fuera Adolfo Salazar, del diario El Sol, exclama con entusiasmo: "Sí, ése era su nombre. Qué alegría volver a recordarlo. Por cierto, ¿vive aún?".

Más tarde estuvo veraneando durante 15 años en Mallorca, donde fundó una orquesta juvenil que bautizó con el nombre de Young Solists of Palma, pero tuvo que dejarlo para dedicarse plenamente a la labor docente en el Trinity College. En la capital balear se encontró con el violinista español Agustín León Ara, a quien acudió a felicitar después de un concierto: "Fue muy curioso, resultó que León Ara lo sabía absolutamente todo de mí, pues había estudiado con un querido compañero mío. A través de él conocí a su suegro, Joaquín Rodrigo, quien me dio una sonata, la Sonata pomposa creo recordar, que, sin embargo, no he llegado a tocar nunca".

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