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Un ayudante de producción de RTVE fue encontrado ayer muerto en su casa

Un hombre de 55 años de edad, identificado como Francisco Pérez Venero, fue encontrado ayer muerto en su domicilio, en la calle de Cantabria, número 27, en la Alameda de Osuna, por un disparo en la frente. El fallecido trabajaba en Radiotelevisión Española como ayudante de producción del área de musicales. Estaba soltero.La muerte ocurrió entre las once de la mañana y las tres de la tarde, hora en que el cadáver fue descubierto por su chófer y el portero del edificio en que vivía. El crimen está siendo investigado por el Grupo de Homicidios de la Brigada Regional de Policía Judicial. Personas que conocieron al fallecido destacaron ayer las extrañas circunstancias en que se produjo su muerte, que presuntamente obedece a un plan bien preparado.

Fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid informaron ayer que las primeras averiguaciones parecían indicar que se trata de un caso de homicidio. Vecinos del mismo edificio, el número 27 de la calle de Cantabria -el fallecido vivía en el 5º D-, declararon ayer que fueron el portero y el chófer quienes descubrieron el cuerpo de Francisco Pérez Venero, sentado en un sillón del comedor, algo inclinado, como si estuviera dormido, y que notaron que algo extraño ocurría cuando vieron una pequeña mancha de sangre en el suelo y en la cabeza del cadáver. La casa no presentaba signos de haber sido registrada y la radio estaba en funcionamiento. La puerta de la vivienda, con tres cerraduras, aunque no es una puerta blindada, estaba cerrada y no tenía aspecto de haber sido forzada.

El fallecido vivía con sus padres, naturales de Santander, donde tenían una casa que utilizaban para pasar fines de semana o períodos de vacaciones. Sus padres se encontraban ayer en Santander, y volvieron a Madrid al conocer la noticia. Hace algunos meses, Francisco Pérez Venero tuvo un accidente de coche, del que se encontraba aún convaleciente, motivo por el que se le había asignado un coche para trasladarle al trabajo y a su domicilio.

Ayer, el chófer intentó hacer efectivo un talón, por 200.000 pesetas, que Pérez Venero le había entregado, y al llegar al banco, cerca de la casa donde vivía éste, se dió cuenta que el talón iba sin firmar. Volvió al domicilio de aquél, y, según manifestó un vecino, en vez de abrir la puerta para firmarle el talón y que el chófer fuera de nuevo al banco, Francisco Pérez Venero se limitó a entreabrir apenas una rendija, dió una disculpa, cogió el talón, dijo al chófer que se fuera y cerró.

Poco antes de las tres de la tarde, el chófer volvió a buscarle y se preocupó cuando nadie contestó a su llamada; llamó al portero, subieron los dos y se encontraron el cuerpo sin vida.

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