Invitación a una doble reflexión
Me siento obligado a publicar unas reflexiones sobre lo sucedido con el reformismo el 22 de junio. Podría escudarme en el hecho de personalemte no haber estado directamente involucrado en el tema -pero sí lo estuve como secretano general de CDC-, o en mi carácter institucional, en mi condición de president de la Generalitat para no hacerlo. Pero, tras una seria meditación, llego a la conclusión de que lo que voy a decir debo decirlo, y, en parte, llego a esta conclusión precisamente por mi responsabilidad de Estado. ( ... )El resultado del PRD en el conjunto de España no es una simple derrota electoral o un fracaso: es un rechazo. Y hay que preguntarse qué es lo,que se ha rechazado.
Estoy convencido de que dar respuesta a esta pregunta, y meditar sobre este tema, es de lo más importante que cabe hacer ahora en Cataluña, por supuesto, pero sobre todo en el conjunto de Espafía. Precisamente porque es una cuestión de Estado.( ... )
¿Qué es lo que se ha rechazado?
Creo que es mi deber incitar a muchos catalanes, pero también a muchos representates del mundo político, cultura¡, social y económico.del resto de España, a plantearse esta pregunta, que va más allá del reformismo estricto y de su grave revés. ( ... )
¿Quizás el programa reformista?
¿Quizá la forma de presentarlo, es decir, el lenguaje, o quizá la campaña?
¿Quizá la insuficiente implantación del partido?
¿O quizá la no filiación de Roca al PRI) y su pertenencia orgánica a CDC? ¿El engarce entre PRD y CDC a través de un comité de enlace que resultaba poco convincente? ¿O puede que la no presentación por Madrid de Roca?
¿Quizás el hecho de ser catalán, o por lo menos algunas de sus manifestaciones (hablar en catalán a través de TVE, por ejemplo)?
¿O quizá el hecho de ser Roca nacionalista, el hecho de creer en el carácter plurinacional de España? ( ... )
( ... ) Creo que concretamente nosotros, los catalanes, debemos centrar nuestra reflexión no en la catalanidad ni en el nacionalismo, sino en las otras posibles causas de rechazo: la campaña, el engarce entre el PRD y CDC, quizá la presentación de la oferta, ciertos titubeos... En cambio, fuera de Cataluña la reflexión debiera centrarse principalmente en ver hasta qué punto el origen y el liderato catalanes de una propuesta son un serio obstáculo para su aceptación en el resto de España. Repito: este reparto de trabajo sería pedagógico.
Espero no pecar de inmodestia si digo que me siento capaz de contribuir en forma importante a que en Cataluña el debate y la reflexión no se centren en este hurgarse en la herida de la incomprensión y de la sensación de rechazo que puede conducir a la frustración, al escepticismo respecto a nuestro papel en España y quizá a la radicalización. Espero no pecar de inmodestia, repito, si digo que creo poseer argumentos suficientes para conseguir que la opinión pública catalana, y por supuesto mi propio partido, analicen ante todo nuestros fallos. y nuestras limitaciones. Pero también hay argumentos sobrados y muy elocuentes, y algunos de los últimos tres meses, para no permitir que en el resto de España se dé de entrada por descartado que la influencia catalana en el reformismo y la militancia catalanista de Roca no han jugado ningún papel en el resultado. No quisiera verme en la necesidad de recordar estos argumentos. Sería mucho mejor ( ... ) que no hubiese por parte de nadie voluntad de disimularlos.
Creo que el rechazo al reformismo puede ofrecernos una fructuosa posibilidad de meditar sobre la reaEdad y sobre la mentalidad españolas. Este análisis sería bueno para el conjunto español, y es de absoluta necesidad para Cataluña desde una perspectiva española. ( ... )
El riesgo del ensimismamiento, del sentimiento triste de frustración o, desde el otro lado, de la amputación espiritual de una parte del conjunto reside especialmente en la autos atisfacción, en la negación a ver los propios errores, los propios perjuicios. Es por ello que, superando el escrúpulo que mi condición de president de Cataluña me hace sentir, me dirijo a los hombres más relevantes de la política y de la intelectualidad para que lleven a cabo esta reflexión. En España en su conjunto, y también específicamente en Cataluña. (...)
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.