GENTE
Jose da Palma Revez,
pastelero de la localidad portuguesa de Loule, ha trabajado durante dos meses para que su hija Maria da Conceizao pudiera casarse, el domingo pasado, dentro de una monumental tarta nupcial de 14 metros de altura, que pudo cobijar en su interior al celebrante de la boda, a los novios y a los padrinos. A continuación, la tarta fue repartida entre los numerosos invitados al acto.
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