El Ayuntamiento tramita por segunda vez la clausura de la discoteca Baby Q

La Junta Municipal de Moncloa ha iniciado por segunda vez la tramitación de un expediente de clausura de la discoteca Baby Q, situada en el kilómetro 9 de la carretera de La Coruña, después de que en octubre del año pasado la instalación fuera clausurada por exceso de ruido y falta de aparcamiento. En esta ocasión, según Adolfo Pastor, cuarto teniente de alcalde, el expediente está motivado por el hecho de que Baby Q funciona aún con la licencia de la sala de fiestas Nueva Romaña, cuyo edificio fue utilizado para la creación de la discoteca. El pasado miércoles el equipo de sonido fue precintado por exceso de ruido, aunque el jueves, subsanado el problema, su uso fue de nuevo autorizado.

Adolfo Pastor manifestó que el pasado viernes se hizo una inspección y se comprobó que ya de madrugada se alcanzaban los 75 decibelios, cuando lo autorizado es 45. "A la vista del informe técnico que recibí el pasado lunes, firmé un decreto por el que precintaba el equipo de sonido, pero no fue ejecutado, por lo que el miércoles di orden para que se cumpliera".Tras esta orden, el jueves se celebró una reunión con los responsables de la discoteca, a quienes, además de informarles de las deficiencias del sonido, se les comunicó que la junta había iniciado la tramitación de un expediente de clausura por falta de licencia. "La licencia que tienen es la misma que tenía la sala de fiestas Nueva Romana. Cuando abrieron la discoteca tenían que haber solicitado una nueva, pero no lo hicieron". El año pasado, cuando José García Ogalla, presidente de la junta, y actualmente de vacaciones, ordenó su clausura, se llegó a un acuerdo para levantar esta orden.

"Según el acuerdo, la discoteca tenía que realizar unas obras, para lo que debían pedir la correspondiente licencia. Sin embargo, las obras fueron realizadas aunque sin licencia, porque la Gerencia Municipal de Urbanismo la denegó por causas que desconozco", dijo Pastor.

El cuarto teniente de alcalde confirmó que la inspección de sonido se había realizado a instancias de los vecinos, molestos por el excesivo ruido. "Ayer se permitió la utilización del equipo de sonido, después de que se hiciera una nueva inspección a petición de los responsables del local, que han concentrado los altavoces en el interior de la discoteca y han dejado fuera sólo un sonido ambiental", dijo Pastor.

Mes y medio de plazo

"De todas formas, se les ha advertido que tienen aproximadamente un mes y medio -tiempo que dura la tramitación del expediente de clausura- para legalizar su situación. Asimismo, hemos dejado en vigor el decreto del pasado lunes para aplicarlo en el caso de que una nueva inspección aprecie que se superan los límites de sonido permitidos".Con respecto al problema del aparcamiento, que el año pasado fue otra de las cuestiones que originaron el cierre, Pastor informó que ha dado orden para que un coche patrulla de la Policía Municipal permanezca permanentemente en la zona con el fin de evitar el aparcamiento en el arcén de la carretera o. en puntos donde puedan originarse problemas de tráfico.

La discoteca, que utiliza las instalaciones de la sala de fiestas Nueva Romana, es un palacete con piscina y terrazas al aire libre que precisamente tiene su temporada alta en verano.