Entradas que no se venden

La venta de entradas no ha escapado a la polémica en este Mundobasket 86. La realidad de unas canchas con espacios vacíos cuando se había anunciado días antes el lleno, ha motivado que comenzaran a aparecer, tras las primeras jornadas del campeonato, versiones muy diferentes sobre el uso que se ha hecho de las localidades. Distintas fuentes han coincidido en afirmar que han existido amplios paquetes de abonos que no han salido a la venta y que se utilizaron para compromisos políticos o comerciales.La venta de entradas era una responsabilidad exclusiva de cada sede. A excepción de la ciudad de Ferrol, donde entre los organizadores se encontraba el club Clesa Ferrol, en las demás sedes los organismos responsables de la venta eran entidades municipales y autonómicas. La venta de entradas fue para todos ellos la única posibilidad para recuperar una parte pequeña de la inversión, cuyo montante global habrá superado los 1.000 millones de pesetas.

En un momento determinado, la firma de grandes almacenes El Corte Inglés se ofreció para realizar una amplia operación. de promoción del Mundial que tendría, como uno de sus componentes, la venta de localidades en sus establecimientos. Por entonces, las sedes contestaron negativamente aduciendo que todo iba a ser fácilmente vendido y que podía darse el caso de que El Corte Inglés hiciera un uso comercial de las localidades, regalándolas por una serie de compras, con lo que se desprestigiaría el Mundial.

La venta de localidades comenzó pronto a crear sospechas en Zaragoza, sede donde jugaba España la primera fase. La organización anunció que e habían agotado las entradas para el partido inaugural (España-Francia) y el de clausura (España-Brasil) y una venta del 90% en el resto de jornadas, pero no se produjo el lleno total en ningún partido. Fue entonces cuando miembros de la organización revelaron la existencia de paquetes de entradas, sin especificar su cuantía, que habían sido reservadas por la federación y otras entidades para sus compromisos. El día del España-Francia se supo que la Federación había dejado de utilizar un paquete de 500 localidades.

Algunos directivos, sobre todo de clubes, fueron de la opinión de que, dado que el Mundial obligaba a largas jornadas de tres partidos, que sumaban casi siete horas ininterrumpidas, la organización podía haber repartido los encuentros entre mañana y tarde y haber permitido así la venta de entradas asequibles para los jóvenes. La organización se decidió por la venta de abonos para toda la fase y, posteriormente, por la venta de entradas sueltas, pero nunca partido por partido. Los precios de abonos estaban entre las 8.000 pesetas los más económicos y las 20.000

En Barcelona, donde ha jugado España la segunda fase, se ,anunció la venta de las localidades más caras (12.000 pesetas sí se trataba de abono o 5.000 diarias si se trataba de localidad suelta) y que sólo quedaban de las baratas (8.000 para abono, 3.000 diarias). En el España-URRS estuvo lleno todo el espacio dedicado a las baratas, pero en el de las caras, donde se anunció que todo estaba vendido, existían algunos claros.

En Madrid puede suceder lo mismo a partir de mañana. Fuentes de la Federación Madrileña de Baloncesto afirmaron un mes antes del Mundial que la venta de abonos iba a impedir vender localidades sueltas, que las peticiones casi igualaban, por entonces, el taquillaje completo. Los precios de los abonos para esta última fase están entre las 6.000 pesetas de la tribuna superior hasta un máximo de 18.000 pesetas por una localidad de lateral de pista.