_
_
_
_
_

Nadie se lo explica

Nadie podía explicar ayer en Martos cómo un pequeño incidente producido en la noche del sábado pudo provocar una reacción tan violenta por parte de unos 200 vecinos de la localidad, que provocó el incendio intencionado de 30 viviendas de familias gitanas de la barriada de Cerro Bajo. Sin embargo, no es la primera vez que se producen agresiones y otro tipo de altercados entre la población paya y la población gitana. "La agresión sufrida por un joven el sábado", manifestó un testigo de los hechos, "ha sido la gota de agua que ha colmado el vaso de nuestra paciencia". "Hemos sufrido robos y agresiones, y no estamos dispuestos", dijo, "a que nos sigan humillando".Las familias gitanas, en cambio, no están dispuestas a que se les expulse del pueblo "en el que han nacido nuestros hijos", declaró indignado el padre de una de las familias a las que se le había incendiado su casa.

Más información
Vecinos de Martos incendian 30 viviendas de familias gitanas

"Si alguno de nosotros ha cometido un delito", señaló este padre de familia, "que lo pague, como ocurre entre los payos, porque los demás, que procuramos ganarnos la vida como podemos, no tenemos culpa de nada".

En cualquier caso, la mayoría de las críticas iban dirigidas ayer en Martos contra el alcalde de la ciudad, a quien se le acusaba de forma reiterada de ser demasiado blando con los gitanos que viven en la localidad.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_