Alzaga cancela una reunión con Fraga en un nuevo episodio del proceso de ruptura de Coalición Popular

El proceso de ruptura -ya irreversible, según ambas partes- entre Alianza Popular (AP) y el Partido Demócrata Popular (PDP), dio ayer un nuevo paso adelante, cuando el presidente del PDP, Óscar Alzaga, canceló inesperadamente una reunión que él mismo había solicitado con el presidente de AP y de la Coalición Popular, Manuel Fraga. Todo indica que, cuando el próximo lunes se reúnan por separado las direcciones de ambas formaciones para deliberar sobre la actitud a seguir en el futuro, se producirá la ruptura, pactada o no.

Una llamada telefónica del PDP a la sede de AP en la que comunicaba que Alzaga no podría asistir a la reunión previamente concertada con Fraga -quien ya llevaba casi media hora aguardando al dirigente, democristiano- añadió más leña al fuego del encono personal ya existente entre ambos políticos y entre ambos partidos. Fraga, quien inmediatamente después de conocer la suspensión comunicó que partía a pescar a Ciudad Real y declinó hacer comentarios sobre la actitud de Alzaga, continúa, pues, sin conocer oficialmente la respuesta del PDP a sus propuestas para dar mayor flexibilidad y autonomía a los subgrupos dentro del Grupo Parlamentario Popular.El PDP, que mantiene su pretensión de contar "sea como sea" con grupo parlamentario propio, separado de AP, filtró a los medios informativos su disconformidad con la propuesta de Fraga, pero nada comunicó a AP por cauces oficiales. El tercer socio de CP, el Partido Liberal (PL) de José Antonio Segurado, presentó, por el contrario, una contrapropuesta a Fraga en la que pide la ampliación de sus potestades dentro del Grupo Popular, a lo que AP accedió.

Al tiempo, representantes del PDP, como su vicepresidente, Javier Rupérez -uno de los hombres tradicionalmente más opuestos al mantenimiento del acuerdo con el partido de Fraga-, acusaban a AP de no respetar los pactos de coalición, al no conceder a los democristianos el número de senadores autonómicos que les correspondería.

Alianza Popular replicó que consideraba "lógico" no ceder senadores al PDP "ante la incertidumbre creada por la indecisión del PDP sobre el destino final de los parlamentarios de Coalición Popular que llevan su etiqueta".

En efecto, desde hace casi una semana reina en AP la convicción de que el consejo de dirección del PDP decidirá el lunes el pase de los 21 diputados y 11 senadores democristianos al Grupo Mixto. Alguna voz aislada entre los parlamentarios de Alzaga se ha mostrado en contra de esta decisión que, en opinión del propio Fraga, "significaría una grave violación de los pactos de coalición", es decir, la ruptura formal de Coalición Popular.

Paralelamente, el comité ejecutivo y la junta directiva nacional de AP, que también se reunirán el lunes, deliberarán sobre el futuro del partido, "excluyendo ya en la práctica la alianza del PDP", según comentó un vicepresidente aliancista.

Este clima de ruptura se agravó ayer notablemente con la suspensión de la entrevista entre Alzaga y Fraga, aparentemente motivada, según fuentes democristianas, por las declaraciones y el contexto general de la entrevista realizada a Fraga en el programa Jueves a jueves, presentado por la periodista Mercedes Milá. El PDP hizo ayer pública una nota en la que, con lenguaje hostil hacia AP, denunciaba la "campaña de descalificaciones" de que es objeto Alzaga, quien pidió acudir al mismo programa la semana próxima para explicar su postura.

Aparentemente, los brujos animados de Peridis aparecidos en este programa constituyeron uno de los principales elementos de irritación de Alzaga, quien, según fuentes próximas a él, se encuentra "muy deprimido" por las críticas que está suscitando su postura. "No nos sentimos traidores a nada ni a nadie", señalaba la nota del PDP. Y añadía que la trayectoria de Alzaga, "de más de 20 años de trabajo por la democracia, es una de las pocas que resisten- en este país cualquier observación crítica que se haga con un mínimo de objetividad".

Por otro lado, Alzaga declaró ayer a Radio Nacional de España: "Yo no quiero romper nada. Aquí no se trata de romper Coalición Popular, y no hay culpables. No he roto los pactos electorales, y además vamos a cumplir de verdad todos los aspectos de los pactos".

Crisis en Cantabria

La Coalición Popular quedó rota ayer en Cantabria al no comparecer los cinco diputados del PDP al pleno extraordinario convocado para designar senador por la comunidad autónoma en las Cortes generales.

La ausencia del PDP hizo que los conservadores fuesen derrotados por socialistas y regionalistas con un voto de diferencia. El candidato socialista, Isaac Aja, fue así designado senador, en detrimento del de Alianza Popular, Roberto Bedoya, informa desde Santander

El pleno, que se prolongó a lo largo de tres horas, dio origen a muy vivos enfrentamientos entre los parlamentarios regionales Roberto Bedoya, de AP, y González Bedoya, del PSOE. Éste se preguntó si la gestión del Gobierno regional respondía a la pillería o a la estulticia. Su contradictor le acusó de manipular la realidad y convertirse en intencionado falseador de ella.

La ausencia de los diputados del PDP fue calificada por el diputado regionalista Miguel Ángel Revilla de bochornosa y atentatoria contra la voluntad popular y la propia democracia.

Ambrosio Calzada justificó la ausencia de los diputados de su partido por no haber accedido AP a entablar un diálogo y alcanzar un entendimiento.

Por su parte, el Consejo de Dirección del PDP, reunido en la tarde de ayer, acordó dirigirse al Comité Nacional de Disciplina del Partido para que instruya expediente disciplinario para esclarecer la conducta de los parlamentarios del PDP en la Asamblea regional de Cantabria.

José María Aznar, del comité ejecutivo de AP, dijo que la actitud de PDP de Cantabria es una "puñalada por la espalda".