Indicios de que el incendio que arrasó un pinar de Rascafría fue provocado

El consejero de Gobernación de la Comunidad de Madrid, Virgilio Cano, dijo ayer que existen indicios suficientes para sospechar que el incendio forestal del pasado rin de semana en Rascafría fue provocado, dado que fueron detectados dos focos de fuego simultáneos y muy alejados entre sí. El incendio devastó 15 hectáreas de un pinar de gran valor maderero y unas 300 hectáreas de pastos y rastrojo.

El incendio se produjo en el monte de El Paular, en la localidad de Rascafría, y se inició en la tarde del pasado sábado y fue sofocado a última hora del domingo. Según Virgilio Cano el incencio fue "realmente importante" por los daños causados en el Pinar, pero aseguró que pudo tener consecuencias peores de no haber sido por la actuación inmediata y coordinada de los servicios de extinción.En los trabajos de extinción participaron 8 coches y 40 bomberos de la Comunidad de Madrid, fuerzas de Icona, de la Guardia Civil del Ejército, de Protección Ciudadana y vecinos de Rascafría y de localidades colindantes de la provincia de Segovia. También fueron utilizados tres hidroaviones, medio que se considera el más eficaz para actuar en incendios producidos en monte alto.

No obstante, ayer por la mañana permanecían dos retenes, uno de bomberos y otro del Ejército, para evitar la reproducción de las llamas por la acción del viento.

Este incendio es el segundo en importancia que se registra en la región esta temporada, después del de hace tres semanas en la localidad de Canencia y que afectó a cerca de un centenar de hectáreas de monte bajo y alto.

Otros incendios que se produjeron este fin de semana en la Comunidad de Madrid fueron el del cerro de Buenos Aires, en las inmediaciones del aeropuerto de Madrid-Barajas, el que se inició cerca de la base aérea hispano-norteamericana de Torrejón de Ardoz y los sofocados en los términos municipales de Víllanueva del Pardillo y Las Matas.

En total el fuego ha arrasado este fin de semana una superficie de 15 hectáreas de pinos, 50 hectáreas de monte bajo y más de 1.000 de rastrojos y cereales.

Según Cano, este año las previsiones son mejores que en 1985. En lo que va de año no se ha llegado todavía a las cien hectáreas de monte alto arrasadas, mientras que el año pasado quedaron devastadas 2.300 hectáreas.