Brujas y magos cambiaron experiencias en La Coruña

El I Congreso Internacional de Magia y Brujería Galicia 86 fue celebrado el pasado fin de semana y clausurado anoche en La Coruña, y reunió, con subvención de la Xunta y otras instituciones y entidades, a unos 200 especialistas de lo que suele denominarse lo oculto. Los objetivos de los organizadores consistieron en intercambiar experiencias y reclamar para sí una atención "más seria y más digna", al igual que una categoría profesional.

A primera vista podría pensarse que no creen en ellas, pero les han organizado un congreso. El fenómeno de la brujería, junto con el aspecto turístico y la visión de Galicia como "enclave especial para estos fenómenos" ha reunido desde grafólogos como Rosita Torrens, que ejerce como perito en la Audiencia Territorial de Barcelona, hasta videntes como Diego de Araciel, exorcistas como el sacerdote Tomás Gumi o ufólogos (expertos en platillos volantes) como Juan José Benítez, además de especialistas en distintas ramas de la parapsicología, cartomantes y profesionales de otros saberes adivinatorios.Brujas ha habido, efectivamente, como Sterel-la titulada reina o ministra de las brujas por designación de la reina británica Cawert, que imparte en Barcelona alta brujeria en cuatro cursos. Sin embargo, las meigas han estado únicamente presentes como objeto de estudio de teorías ya conocidas. Etnógrafos y antropólogos han llenado la ausencia de menciñeiras, compostoras u otras representantes de la medicina y la psiquiatría mágicas de Galicía.

Entre las aportaciones teóricas más destacadas podría situarse una comunicación sobre Droga y brujería, cuyo texto concluía con una afirmación: "los drogodependientes son los embrujados de la época actual". Otra ponencia, La brujería con acento gallego, confirmó los requisitos tradicionales para convertirse en bruja: por herencia materna, si lo era la comadrona, si en el bautizo el cura administró por error los óleos de la extremaunción y todas las séptimas hijas cuyas hermanas fuesen hembras.

Siempre queda el recurso del pacto directo con el demonio, que suele aparecer en escena "correctamente vestido de negro, con camisa blanca y corbata amarilla".

A la cena de clausura del congreso estaba prevista la asistencia del presidente el Gobierno autónomo gallego, Gerardo Fernández Albor.