El juez ordena el sobreseimiento del sumario por el accidente del 'pulpo'
José Vicente Zapater, titular del Juzgado de Instrucción número 20, que instruyó el sumario sobre el accidente ocurrido en el Parque de Atracciones de Madrid en el que murió una niña de ocho años, ha ordenado la conclusión y el sobreseimiento del sumario.
El accidente, según el juez, fue imprevisible y no hay responsabilidades penales entre los encargados de las revisiones de los aparatos. José Vicente Zapater aseguró ayer que "no hay responsabilidad criminal en el fallo de la arandela de uno de los brazos de la atracción el pulpo, que ocasionó un descenso brusco del tentáculo y la caída de Azucena Hernández, que falleció a causa de las lesiones sufridas"
El juez explicó que "el hecho de que no exista responsabilidad criminal, no significa que no la haya civil o administrativa, aunque eso ahora ya depende exclusivamente de que lo soliciten las partes. Si los afectados recurren, el procedimiento puede seguir adelante".
El magistrado aclaró que para la conclusión del sumario fue definitivo el informe pericial realizado por los peritos designados por el juzgado para inspeccionar la atracción citada. "Las pruebas testificales nos acreditaron cómo se había producido el accidente, y los técnicos explicaron la causa, motivo por el que he estimado que no hay responsabilidad ni culpabilidad criminal".
Tras las investigaciones realizadas se llegó a la conclusión de que la rotura de una arandela de los engranajes de un tentáculo del pulpo fue la causa directa del accidente.
Cinturón de seguridad
El titular del Juzgado número 20 ha solicitado a las autoridades que instalen cinturones, de seguridad en esta atracción, para que se eviten accidentes como el que costó la vida a la niña de ocho años, según informó Europa Press.Los hechos ocurrieron el pasado 18 de mayo, cuando la pequeña se encontraba con su madre subida en el pulpo del Parque de Atracciones, a donde habían acudido para celebrar una comunión en compañía de otros familiares. El accidente se provocó cuando la atracción estaba en funcionamiento, al producirse un descenso brusco del tentáculo que sujetaba la barquilla en la que viajaba la niña con su madre. La pequeña Azucena salió despedida de la atracción y murió al ser golpeada contra el suelo. La madre de la niña también salió disparada y sufrió diversas lesiones. Ninguna de las otras personas que viajaban en las tres barquillas restantes que pendían del mismo brazo de la atracción resultó herida de importancia.
